ALMUERZO CON... FÉLIX REVUELTA
"La crisis es como una dieta, necesita trabajo duro"
El cura le tenía manía. A los 14 años era buen estudiante, pero suspendió en literatura. En la repesca, sacó un 8,5. Pero quedó tocado por el fracaso, por la injusticia de la que se había sentido víctima. Hizo crac, cayó en una especie de depresión juvenil que le llevó a dejar de estudiar durante dos años y ponerse a servir chiquitos de vino en el bar de su padre, en Logroño.