Eran las 5.10 del 29 de julio de 2007. Por undécima vez en dos años, la Policía Municipal inspeccionaba el Balcón de Rosales. En esas fechas, el mando de la policía de Moncloa ya había realizado un informe especial sobre la conflictividad del local.
"El Patio va más allá de cuatro paredes, toda la potencia que se ha creado no va a morir porque nos desalojen". Así de claro lo dejaba ayer Toni García, uno de los portavoces del centro social Patio Maravillas (www.patiomaravillas.net), 30 minutos antes de la hora fijada por orden judicial para el desalojo del inmueble okupado en 2007.
La quinta planta del centro de especialidades de Argüelles, en la calle de Quintana, parece el escenario de una película de miedo. En la penumbra se adivinan las sillas de la sala de espera. A los lados, dos pasillos solitarios que conducen a puertas cerradas. Al fondo, una mujer con bata blanca lee un libro sobre un escritorio.
María (nombre falso) sacó el móvil en clase y le hizo una foto a su profesor de francés. La colgó con las imágenes de otros dos maestros en su página de Tuenti, la red social española de Internet para adolescentes. Le llovieron comentarios e insultos de otros compañeros del colegio Las Rosas, un centro de San Blas en el que María estudiaba hasta ayer segundo de ESO.
La reforma del Faro de Moncloa costará cuatro millones y medio de euros, financiados por el Fondo Estatal de Inversión Local. El Ayuntamiento autorizó ayer la modernización del edificio, cerrado desde 2005 por falta de medidas de seguridad, aunque no ha definido el uso que le dará. Las obras comenzarán a principios de marzo.
PATRICIA ORTEGA DOLZ | Madrid
El torreón del Canal de Isabel II, una espiral fotográfica de nuevas promesas