Crisis financiera mundial
Un riesgo de hecatombe se cernió ayer sobre Wall Street y toda la economía mundial, al conocerse que la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con el voto decisivo de una mayoría de republicanos, rechazó el plan de rescate del sistema financiero solicitado por el presidente George W. Bush como una medida imprescindible para evitar una crisis de proporciones monumentales. Instantes después de que el plan fuese derrotado, nadie era capaz de anticipar hacia dónde se puede ahora encaminar la situación y cuáles son las soluciones disponibles, si es que las hay en el corto plazo.
La batalla que llevó a la Cámara de Representantes de EE UU a rechazar el plan de rescate del sector financiero abre un agujero en el corazón de Wall Street, que necesita con urgencia una inyección de dinero fresco para que los bancos dejen a un lado la desconfianza y empiecen a prestarse dinero.
Después de que la Cámara de Representantes rechazara ayer el esperado plan para salvar de la quiebra a la economía norteamericana, la crisis financiera impide de nuevo a los candidatos presidenciales centrarse en la campaña. A Estados Unidos sólo le preocupa en estos momentos encontrar una solución política para evitar la catástrofe.
El terremoto bávaro del domingo sacude a toda Alemania. La canciller federal Angela Merkel reconoció ayer su "decepción" por la debacle electoral sufrida el domingo pasado por la Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano de los cristianodemócratas de Merkel (CDU).
Las elecciones legislativas del domingo en Bielorrusia -en las que ni un solo candidato de la oposición logró escaño- "no cumplieron con los requisitos de unas elecciones democráticas", según dictaminaron ayer los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Las prisiones guardan la violencia en su interior y se cierran hacia el exterior. Este no es el caso de la de Varces, en Francia. El domingo por la tarde, cuando paseaba por el patio de la cárcel, Sghaïr Lamiri, de 29 años, cayó muerto por las balas disparadas por un francotirador desde lo alto de una colina que domina la institución.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, logró ayer el respaldo mayoritario de los ecuatorianos para el proyecto de nueva Constitución con la que pretende "refundar" la República desde la planificación estatal. Pero el éxito incontestable -el 64% de apoyo- quedó empañado por la victoria del no en Guayaquil, el motor económico del país.