El conflicto de Bolivia
La cumbre extraordinaria que los presidentes de nueve países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) celebraron anoche en Santiago de Chile para buscar una salida a la crisis de Bolivia marca un hito en el creciente peso que el jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está adquiriendo en la región.
La oposición regional decidió suspender la huelga de 21 días para facilitar el diálogo y el acuerdo preliminar logrado en La Paz, ciudad donde ayer los seguidores del presidente de Bolivia, Evo Morales, salieron a la calle para intentar ocupar la Embajada de EE UU y amedrentar a los adversarios políticos y a la prensa.
Cuba empieza lentamente a recuperarse de los destrozos causados por los huracanes Ike y Gustav, cuyo valor podría acercarse a los 10.000 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros), según los expertos citados por la televisión cubana.
El general David Petraeus cede hoy el mando de las tropas norteamericanas en Irak y deja un país más calmado del que se encontró cuando asumió el cargo, en febrero de 2007: la violencia está en estos momentos en su nivel más bajo desde hace cuatro años y el foco militar en la región se está desplazando hacia Afganistán y su poco controlada frontera con Pakistán.
Los tiempos de los líderes israelíes carismáticos, aquellos que se la jugaban ante su parroquia con propuestas de calado, son el pasado. Ariel Sharon fundó Kadima en noviembre de 2005 y seis semanas después sufrió un derrame cerebral masivo.
Al Qaeda en el Magreb Islámico perpetró ayer su primer ataque en Mauritania -que se saldó con 12 soldados muertos- desde que, el 6 de agosto, los militares dieron un golpe de Estado y acabaron con la frágil democracia instaurada hace un año.
Irán sigue bloqueando las investigaciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sobre el presunto objetivo militar de su programa nuclear. Así lo recoge el informe de ese organismo de la ONU publicado ayer.
La Unión Europea acordó ayer enviar "al menos 200 observadores" antes del 1 de octubre a Georgia para ocupar el terreno donde ahora están desplegados los soldados rusos en las zonas adyacentes a las secesionistas de Osetia del Norte y Abjazia.