Dos graves delitos han ensombrecido el ambiente festivo que decenas de miles de personas llevan viviendo en Bilbao desde que el pasado sábado comenzase la Aste Nagusia. Constituyen, además, los dos hechos más graves registrados durante las fiestas que las tres capitales vascas han celebrado de forma sucesiva este mes de agosto.
Manuel Fernando Cordero, un albañil de 50 años, barnizaba a mediodía de ayer el entrevigado de cubierta del techo de una casa en rehabilitación en el pueblo de Ilarraza, en el término municipal de Vitoria. Trabajaba sobre un andamio móvil de 2,18 metros de altura.
Días de diversión
ÁLVARO ÁLVAREZ RICCIARDELLI | Bilbao
El teatro de calle de Aste Nagusia atrae a un público muy heterogéneo
El domador Karah-Khavak salió ayer por unas horas del recinto del Circo Mundial, ubicado en el parque de Etxebarria durante la Aste Nagusia, con uno de sus cocodrilos para incorporarse al concierto que cada mañana ofrece la Banda de Música Municipal en el quiosco del Arenal.
Unos curiosos sujetos ataviados con camisetas rojiblancas que se proclaman "marxistas de Groucho" fueron hace 30 años los principales responsables de la transformación de las insípidas fiestas de Bilbao en la multitudinaria Aste Nagusia.