Los peligros de ser padre de ciclista
"Sólo votáis para hacer daño", dice Wyoming todas las noches a sus feligreses, quienes, en el fondo, son como los policías franceses de aduanas, que son capaces de encañonar con su pipa en una rotonda cerca de Grenoble al venerable Johnny Schleck, uno que entra dentro de los sospechosos porque es padre de ciclistas que van muy deprisa y encima los sigue todos los días durante el Tour.