"Yo no he sido nunca fiero"
Con 83 años y cinco hijos, le divierte salir al campo y ver a sus nietos. Conserva la erudición de siempre, y menos su tradicional afición por el malhumor y los exabruptos. En la entrevista, el tono es el de templar gaitas, instrumento del que se dice "entusiasta". ¿En qué se ha equivocado en la vida? "En muchas cosas, pero no se las voy a contar a usted"