Un obispo frente a Pekín
Wu Qinjing, obispo aprobado por el Vaticano pero no por la Iglesia católica oficial china, ha desafiado a Pekín al oficiar el pasado sábado una ceremonia religiosa en la que vestía dos ornamentos propios del cargo: el anillo pastoral y el solideo. A pesar de que las autoridades le habían advertido de que su nombramiento era ilegal -por lo que no podía ejercer funciones de obispo-, el prelado apareció ante los fieles en la catedral de Zhouzhi.