"No soy atractivo y mi personaje, sin ninguna duda, lo es menos"
El doctor Gregory House lo tiene todo para desagradar: arrogante, grosero, sabelotodo y sin ningún cariño hacia sus pacientes, a los que se niega a conocer en persona y despacha tirándoles el bastón mientras se infla a barbitúricos. Sin embargo, el actor británico Hugh Laurie, protagonista de House, serie que emite Cuatro (martes, 21.55), se ha convertido en tan sólo una temporada en el nuevo sex-symbol de la televisión estadounidense.