Botero se rebela contra el olvido de Abu Ghraib
Fernando Botero (Medellín, 1932) suele mirar el mundo con una ironía tierna y apacible. En esta ocasión, sin embargo, sus paquidermos humanos carecen de ternura y son observados sin la menor ironía mientras padecen torturas en un ambiente oscuro, delimitado por rejas y fondos ocres.