Del dramatismo a la complicidad
ELSA GRANDA | Madrid
Un agente de la Guardia Civil confiesa que a veces no puede reprimir las lágrimas ante un accidente mortal, un técnico del control de pantallas de la Dirección General de Tráfico pisa un freno imaginario mientras observa, negando con la cabeza, un tremendo choque en el monitor, y una voz en off dice: "Estamos todos listos, sólo faltas tú. Sin tu colaboración todo nuestro esfuerzo es inútil".