El campeón aparca para siempre
MANEL SERRAS | Madrid
Hubo emoción, pero fue muy controlada. El adiós de Carlos Sainz (Madrid, 12 de abril de 1952) se produjo ayer en el circuito de karts de su propiedad en Las Rozas (Madrid) con la misma exquisita profesionalidad con que dirigió toda su carrera. Pero el doble campeón mundial de rallies (1990 y 1992) dejó que por una vez sus sentimientos pasaran por delante de todo lo demás.