En el camino hacia la paz en Colombia
M. Á. BASTENIER
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, fascina tanto a seguidores como a adversarios. Ha hecho retroceder a la guerrilla, y el país, hoy más libre, está preso de una embriaguez casi etílica por la mejoría de las condiciones de seguridad. Pero el presidente comienza a sentir el síndrome del 'hombre imprescindible'; por eso pide que se le reelija como salvador de su pueblo