España tiene once inicial
La selección española parece una lancha torpedera y cada entrenamiento un zafarrancho de combate. Cada uno tiene el puesto asignado. Al pitido de Iñaki Sáez los muchachos se saben el camino de memoria y lo ejecutan rápido. Los suplentes asumen su labor a la espera, y los titulares, la suya. Los laterales suben y bajan, los extremos tocan y se meten adentro para abrir espacio, o entran y centran. Los medios apoyan y lanzan; y los puntas rematan.