LOS RIESGOS DE LAS TROPAS ESPAÑOLAS
El asesinato de los siete agentes del CNI el pasado sábado ha caído como un mazazo sobre los 1.300 soldados españoles de la brigada Plus Ultra. "Sin ellos, nos hemos quedado ciegos", reconoce el teniente coronel José Luis Gutiérrez Sánchez, jefe del destacamento de Nayaf.
La Junta de Portavoces en el Congreso de los Diputados fue ayer breve y enconada. Breve porque los portavoces de la oposición tenían prisa pues les esperaba un acto de homenaje a las víctimas del franquismo. Y enconada porque les pareció muy mal que el Gobierno les comunicara, a través del portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, que el debate sobre Irak se celebrará hoy, el día del funeral por los siete militares muertos el sábado en Irak.
Sólo autoridades del Estado, representantes políticos y la cúpula militar. Nadie más, al margen de los familiares y amigos, pudo visitar ayer, en el Hospital Central de la Defensa, en Madrid, los velatorios de los siete agentes del servicio secreto español fallecidos el sábado en una emboscada en Irak.
El contingente español, que depende del mando de EE UU, apenas tiene autonomía de decisión
MIGUEL Á. VILLENA | Mostar
Los 1.600 soldados españoles de Bosnia y Kosovo cuentan con el apoyo de la población
CAMILO VALDECANTOS | Madrid
Todos los partidos, excepto el PP, homenajean en el Congreso a los represaliados por la dictadura franquista
El conseller en cap en funciones y candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, hizo ayer en Vitoria, la víspera de una reunión negociadora con ERC, algo que Jordi Pujol no ha hecho durante sus 23 años al frente del Gobierno catalán: ofreció, ante el lehendakari, Juan José Ibarretxe, la mediación de la Generalitat y de su presidente entre las instituciones vascas y las del Estado para ayudar a "recuperar el proceso de diálogo entre todos".
El referéndum del nuevo Estatuto que persiguen todos los partidos catalanes, salvo el PP, no será condición sine qua non para pactar el futuro Gobierno de la Generalitat. Lo dijo ayer el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, y lo ratificó el primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla.