Pedro Almodóvar ya tiene su paloma de la paz. La recogió el jueves por la noche en la fiesta de Global Vision for Peace, una organización en cuyo comité honorario están, entre otros, Leonardo Di Caprio, Bono y Susan Sarandon. En Los Feliz, un barrio del viejo Hollywood, la actriz Drew Barrymore leyó un manifiesto antibelicista y se explicó el símbolo pacifista que muchas estrellas lucirán este domingo en la 75ª ceremonia de los Oscars: un pin de la paloma de Picasso.
El teléfono móvil y la conexión a Internet son dos de los últimos avances que han trastocado la vida personal de los ciudadanos y la manera de relacionarse con sus congéneres. Lo privado y lo público han cambiado su ubicación debido al uso diario de tecnología doméstica.
Amélie Nothomb (Kobe, Japón, 1967) acababa de llegar el martes a Barcelona en un vuelo procedente de París. Ella consiguió coger el avión, no así el protagonista de su penúltima novela, Cosmética del enemigo (Anagrama, en castellano / Columna, en catalán), un inquietante y a veces exasperante, pero también cómico, relato sobre el remordimiento, la culpa y la ubicación exacta que cada uno da a sus adversarios.