'La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla'. Así empieza Gabriel García Márquez el primer tomo de sus memorias, Vivir para contarla (Mondadori), cuyo lanzamiento mundial será el 9 de octubre en Barcelona, Bogotá, Buenos Aires y México DF. 'Una vida que se lee como una novela', según Claudio López Lamadrid, su editor en España. Mientras que a Álvaro Mutis, amigo del Nobel colombiano y premio Cervantes, y uno de los pocos que conoce el original, no le queda duda de 'haber leído un clásico'.
La 20ª Feria Internacional del Libro, Liber, vivió ayer las dos caras de la moneda: por una parte, la alegría inmensa de rendir homenaje al veterano editor Josep Lluís Monreal, fundador del Grupo Océano, y, por la otra, la preocupación que se desprende de los últimos datos de 2001, aportados por el Estudio de comercio interior.
CLÁSICOS DEL SIGLO XX: UNA INVITACIÓN A LA LECTURA
Censurado por el totalitarismo mussoliniano, en 1952 todas las obras de moravia publicadas hasta entonces fueron incluidas por la jerarquía eclesiástica en el Índice de libros prohibidos, incluida La romana (publicada en 1947 y que mañana podrá adquirir el lector de EL PAÍS por tres euros).
M. J. DÍAZ DE TUESTA | Madrid
Bajo el título La responsabilidad cívica de las artes, el segundo Encuentro Mundial de las Artes arrancó ayer en Valencia con el propósito de aportar ideas contra la actual banalización y mercantilización de la cultura.
FRANCISCO FERNÁNDEZ-BUEY
Hoy, la Universidad de Barcelona nombrará doctor honoris causa a un intelectual comunista de trayectoria intachable. Pietro Ingrao, de 87 años, no ha dejado de ser fiel a sus ideas. Si en 1943 fue uno de los primeros en tomar iniciativas frente al nazismo, hace unos días estaba también presente en la manifestación antiautoritaria que se celebró en Italia.