La boda frustrada de dos marroquíes
Malika el Alami, una chica de origen marroquí y con residencia legal en Valence (Francia) desde hace 12 años, intentó casarse el sábado con un compatriota residente en Marruecos. Pero el alcalde, que había dado plantón a los contrayentes unas semana antes, dimitió junto con sus 14 adjuntos para impedir la ceremonia, alegando que el visado del futuro marido estaba caducado. Un centenar de policías trataron de esposar al novio, y no precisamente con Malika, pero aquél se escabulló mientras el alcalde dimisionario y sus partidarios cantaban La Marsellesa.