Cicero sigue fiel a Al Capone
Al Capone trasladó su cuartel general de Chicago al vecino Cicero en 1923 y desde entonces el pueblo ha mantenido con altibajos su título de municipio más corrupto de EE UU y de Calle Mayor de la Mafia. El último episodio de una historia plagada de personajes singulares y negocios poco edificantes lo protagoniza su alcaldesa, Betty Loren-Maltese, convicta a sus 52 años -junto a otros seis cómplices, entre ellos el presunto jefe de la Mafia local, Michael Spano- de robar a Cicero 12 millones de dólares.