El arquitecto de sueños
TERESA CENDRÓS | Barcelona
Cuesta creer que un hombre austero, retraído, apocado y enfermizo como Antoni Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) tuviera el arrojo de revolucionar la arquitectura e idear formas que sólo la naturaleza había podido moldear hasta entonces. Pero así fue. Este arquitecto convivió con la contradicción de ser un conservador en lo personal y un subversivo en el campo del arte.