La autotransfusión es el fraude de moda
Una vieja práctica del dopaje, la autotransfusión de sangre, es el último grito entre los deportistas de fondo y resistencia que pretenden mejorar sustancialmente su rendimiento sin ser detectados en los controles que ahora determinan la presencia de sustancias como la darbepoietina, derivado de la eritropoietina (EPO) que apareció en la orina del esquiador español Johann Muehlegg.