Los brutales métodos de la CIA
JAVIER DEL PINO | Washington
A los detenidos se les colgaba boca abajo para que las descargas eléctricas en los genitales fueran aún más dolorosas. Se les dejaba horas en habitáculos sin ventanas y con agua estancada hasta las rodillas. Al lado de los policías egipcios y albaneses -expertos en torturas- había invitados que eran lo que parecían: agentes de la CIA.