El escándalo rodea la designación de la sede del Mundial 2006 de fútbol
La sombra del escándalo vuelve a salpicar a uno de los principales organismos deportivos. La designación de Alemania como sede del Mundial 2006 se rodeó de polémica apenas producirse. Charles Dempsey, el presidente de la Confederación de Oceanía, que con su abstención entregó el triunfo a la candidatura alemana, denunció ayer que fue objeto de "intensas presiones" en las horas previas a la votación. El gobierno de su país, Nueva Zelanda, se mostró indignado ayer con Dempsey, al que acusó de incumplir instrucciones concretas de votar por Suráfrica.