Los partidarios de zanjar la vía de colaboración con EH abierta en septiembre de 1998 con la Declaración de Lizarra se han convertido en mayoría dentro de la ejecutiva del PNV. Los sucesivos debates y análisis realizados en las últimas semanas dejan ver una amplia mayoría que, tras el último asesinato de ETA, considera ya insostenible la situación y se muestra abiertamente partidaria de un cambio de rumbo claro, que incluya la ruptura de todos los pactos con EH y congele iniciativas como Udalbiltza. Para empezar, el Gobierno vaco no liberará la partida presupuestaria destinada a esa asamblea de electos.
El jefe del Gobierno, José María Aznar, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, retomarán sus relaciones, rotas desde el 1 de diciembre, tras el anuncio de la ruptura de la tregua de ETA, con una próxima reunión en La Moncloa. El encuentro lo pidió Ibarretxe a Aznar durante la manifestación contra ETA celebrada el lunes en Durango (Vizcaya). Esta reunión vendrá precedida por otra que hoy se celebra en Madrid entre el ministro del Interior, Jaime Mayor, y el consejero Javier Balza.
El ministro de Defensa, Federico Trillo, confirmó ayer en el Congreso que los servicios de información dejarán de estar dirigidos por un militar. Será el comienzo de una amplia reforma del Cesid, que, según anunció, comprenderá una nueva ley para su control parlamentario y judicial, un posible cambio de ubicación -de Defensa a Presidencia del Gobierno- y que el Ejecutivo nombre a un civil cuando releve al general Javier Calderón, al que el Gobierno ha recriminado por excluir al PNV de un seminario del centro en una universidad de verano y por declarar que tenía menos sentido de Estado que otros partidos.
Cuando los militantes del PSOE elijan a sus delegados para el 35º congreso, que se celebrará en julio, ya sabrán que el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aspira a la secretaría general del PSOE. El proceso de elección de delegados será entre el 13 y el 15 de junio. Poco antes, Bono hará pública su candidatura en un acto formal, según personas de su entorno. La también candidata Rosa Díez se comprometió ayer a liderar un proyecto que integre todas las "corrientes de pensamiento" del partido. "Conmigo que no cuenten los que toman el congreso como un ajuste de cuentas", advierte.