El avispero badalonés del PSC
Badalona [CI] En la ciudad catalana del baloncesto se respira de un tiempo a esta parte poca deportividad. En la Casa de la Vila de Badalona el saludable lema "que gane el mejor" se ha visto arrinconado últimamente por el nada educativo "y tú más", lo que a cuatro meses escasos de la gran final de junio no deja de ser preocupante. Como los principales ataques se producen en el vestuario del equipo más votado (PSC), sus adversarios (CiU y PP) no tienen ninguna prisa en empezar el calentamiento electoral. El enfrentamiento entre el actual alcalde socialista, Joan Blanch, y la candidata socialista a la alcaldía, Maite Arqué, impregna el ambiente. Esta ha sido una semana muy dura en la escena política de Badalona, con comunicados y contracomunicados en la que no han faltado los insultos. El río no podía bajar más revuelto en un momento en el que las localidades vecinas se afanan por acabar las obras, para que luzcan en el pase final de revista que son las elecciones locales. Lo que ha tensado al límite los nervios de los dirigentes socialistas locales ha sido el acto multitudinario que la dirección del PSC local y nacional brindó el pasado viernes a la ya candidata oficial a la alcaldía, Maite Arqué, ganadora por goleada (el 80% de los votos) en las primarias de noviembre de 1997. Según los entendidos, la culpable de tanto escozor ha sido la foto que ha llenado las calles badalonesas, en la que Arqué posa con José Borrell. Lo peor no ha sido que los primeros espadas del socialismo catalán se congregaran para arropar con su presencia a Arqué. Lo que más duele a sus adversarios es el escenario elegido, es decir, el Palacio Municipal de los Deportes, subsede olímpica del baloncesto y el edificio que mejor simboliza la etapa de Joan Blanch en la alcaldía de Badalona. El actual alcalde no oculta su contrariedad por el lugar donde se celebró: "El acto del viernes se hace en un palacio olímpico que no existiría si hubiera dependido de la política de Arqué y de los que la apoyan". El acto sirvió para hacer evidente el cierre de filas del PSC en torno a la candidata Maite Arqué. En la crisis por la que atraviesa el PSC badalonés hay dos frentes. En uno milita el actual alcalde Joan Blanch y un grupo de seguidores que articulan una candidatura independiente en la que sólo está pendiente de decidirse el cabeza de cartel. En el otro bando se sitúan Arqué y la gran mayoría de la agrupación local del PSC, junto a otros sectores cuyo factor de cohesión, según reconocen algunos, "no es tanto ser pro-Maite como anti-Blanch".