El PSOE ha ofrecido al Gobierno un pacto de Estado, extensible a otros partidos, con el objetivo de despolitizar y agilizar la justicia, dar más garantías a los acusados y fortalecer el control sobre los jueces. Así se indica en el documento que Joaquín Almunia entregó el pasado febrero a José María Aznar. El Ejecutivo respondió la pasada semana: acepta debatir los problemas materiales de la justicia, rechaza las principales propuestas socialistas y elude hablar del problema de la politización.
Los portugueses dieron ayer la espalda a las urnas y convirtieron en un inútil ejercicio democrático el referéndum sobre la despenalización del aborto en las 10 primeras semanas de embarazo. Los datos oficiales cifraron la abstención en el 69% del censo. Aunque todos los sondeos daban como favorito al sí, el no se impuso por un estrecho margen: 51,9% frente a 48,1%. En cualquier caso, el resultado será perfectamente prescindible para la tramitación legal de la iniciativa socialista, ya que se requería un 50% de participación para que fuera vinculante.
La dirección del PSOE presentó ayer los resultados de las elecciones primarias celebradas el sábado como un reto a imitar por otras formaciones, en particular por el PP. El 80% de los elegidos para competir en las autonómicas y municipales de junio de 1999 no ha sido nunca cabeza de lista, lo que para el primer partido de la oposición demuestra que "el PSOE no tiene miedo a los cambios". "El PP, en cambio, opta por el dedazo", ironizó Ciprià Ciscar. Pero entre los socialistas no todo son alegrías. Leguina y José Borrell se verán hoy las caras en la permanente.