SOLUCIÓN AL CONTENCIOSO DE LAS BASES
España logró ayer, tras año y medio de arduas negociaciones, que Estados Unidos acepte retirar del territorio nacional, en un plazo máximo de tres años a contar desde el próximo mes de mayo, los 72 aviones F-16 estacionados en Torrejón y que constituyen el Ala Táctica 401. El acuerdo de principio, alcanzado a primera hora de la mañana de ayer, fue anunciado simultáneamente en Madrid, por el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y en Washington, por el portavoz del Departamento de Estado. Pero mientras la euforia del Gobierno español era patente, en EE UU no podía ocultarse el "disgusto, desilusión y desacuerdo" ante la forzada retirada de los F-16; ésta fue consentida "atendiendo a la voluntad soberana" de los españoles, según portavoces norteamericanos.
El teniente coronel Aldo Rico, que encabezó la revuelta militar de la pasada Semana Santa contra el Gobierno argentino del presidente Raúl Alfonsín, huyó en la madrugada de ayer, tras rebelarse contra la justicia militar, de la residencia de Buenos Aires en la que estaba en prisión atenuada.Aldo Rico desobedeció una orden para presentarse ante un juez militar por considerar que no iba a disfrutar de un proceso justo y temer que se decretara su prisión preventiva rigurosa en una guarnición militar. El juez le declaró en rebeldía y ordenó su captura.
El Gobierno de Bonn ha iniciado una investigación para comprobar su "terrible sospecha" -expresión utilizada por el ministro de Medio Ambiente, Klaus Toepfer- de que la principal fábrica de combustibles radiactivos de la República Federal de Alemania, Nukem, suministró material fisible susceptible de uso militar a Libia y Pakistán, a través del centro nuclear belga de Mol y del puerto báltico de Lübeck. Nukem, y su filial Transnuklear, niega las acusaciones.