Messi no se pierde la Supercopa

El Barça se autoimpuso la exigencia hace dos años. “Tata Martino era un entrenador muy válido, pero se dejó ir en los últimos meses porque ya había pedido marcharse”, cuentan desde el club azulgrana. “Y el equipo perdió el hábito de entregarse a fondo en los entrenamientos”, amplían desde el vestuario. El resultado, con un curso en blanco, habló por sí solo. “Necesitábamos un estímulo, un técnico que recuperara la intensidad y también el fútbol que nos definió desde Frank Rijkaard hasta Pep Guardiola”, señalan quienes validaron su fichaje. “Y Luis Enrique daba todo eso”.

Pasado el tiempo, no les falta razón: el equipo, aunque tardó en cogerle el hilo de nuevo al toque, se mostró al final del curso como una apisonadora de posesión tanto horizontal como vertical; y, del mismo modo, aunque hubo al inicio fricciones en el vestuario por las pocas explicaciones que daba el técnico con sus decisiones, se llegó a una entente y todos se exprimieron. Una máxima que no ha cambiado en esta pretemporada, donde se suspira por conseguir seis títulos seguidos (o más porque la Liga sigue siendo la prioridad), medalla que sólo tiene el Barça en la historia durante el primer año y medio de Guardiola. Y Messi es el primero en expresarlo y en dar ejemplo.

Preocupaba en el Barça cómo estaría el 10 después de caer en la final de la Copa América contra Chile, varapalo que se añadía al del verano anterior en el Mundial, cuando también perdió en la lucha por el título frente a Alemania. Le llovieron críticas desde Argentina y su familia salió al paso para defenderlo. Pero a Messi le gusta el fútbol, siempre fue así, y por eso decidió ayer regresar una semana antes de acabar las vacaciones. Su objetivo, como el de Mascherano —que se incorporó junto a Leo—, pasa por llegar en mejores condiciones a la Supercopa de Europa ante el Sevilla, que se disputa el 11 de agosto en Tiflis (Georgia). También, a la vuelta de la esquina, los días 14 y 17 de agosto, está la Supercopa de España contra el Athletic. Y todos los azulgrana tienen el objetivo de empatar con la historia. “El triplete pertenece a un pasado maravilloso. Ahora interesa el sextete. Esto es un no parar y ganarlo una de las cosas que me motiva a seguir”, expuso Luis Enrique nada más regresar de las vacaciones. “Hemos hecho un equipo para ganar seis copas. Lo tenemos al alcance”, convino días después el presidente Josep Maria Bartomeu. “Por querer, lo queremos todo. Pero somos el equipo a batir y eso aumenta la dificultad. Trabajamos y trabajaremos duro”, amplía un futbolista del Barça. Todos se aplican.

Además de Messi, también Ter Stegen adelantó sus vacaciones 11 días. El portero alemán, suplente en la Liga en el curso anterior —aunque sí estuvo bajo los palos en la Copa y en la Champions—, decidió acudir a la gira norteamericana después de disputar el Europeo sub-21. Ter Stegen, en cualquier caso, pasó ayer la revisión médica junto a Neymar y Alves, que también se sumaron al grupo y por la tarde ya hicieron su primer entrenamiento. Hoy se añadirán al grupo. Así, sólo falta Bravo en el equipo, que tiene hasta el 5 de agosto. Pero el guardameta chileno tampoco se está quieto, dado que se está ejercitando en las instalaciones del Colo-Colo. Luis Enrique puso la semilla de la exigencia y el equipo, con los títulos en el entrecejo, responde.