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Los últimos de la fila

Novelistas, poetas, ex ediles y activistas vecinales ocupan los lugares de cola en las candidaturas madrileñas

Álvaro Pombo, último candidato de UPyD a la alcaldía.
Álvaro Pombo, último candidato de UPyD a la alcaldía.SANTI BURGOS

No siempre la mera ambición define la acción política. Prueba de ello son los farolillos rojos de las candidaturas que, en estas elecciones, han recaído sobre personalidades con proyección pública. Casi todos los últimos de las candidaturas consideran un honor cerrar las listas y se atreven, respetuosamente, a formulan consejos a quienes encabezan las candidaturas.

Javier Olaechea, último candidato a la alcaldía por el Partido Popular.  "Estas elecciones van a estar muy discutidas. Javier Olaechea Ibáñez, de 41 años, casado y con dos hijos, es economista, “colegiado”, precisa. Siendo estudiante, fue alumno de Economía de la Empresa de Antonio Miguel Carmona, candidato socialista a la alcaldía de Madrid. Olaechea figura también como candidato al Consistorio, pero no en el PSOE ni posición de salida, sino en las filas del Partido Popular y en el puesto 57º. “Yo he pedido figurar ahora en ese último lugar en la lista de Esperanza Aguirre al Ayuntamiento, como también lo hice en las elecciones autonómicas de 2011, cuando ella concurría a la Presidencia de la Comunidad de Madrid”, explica Olaechea.

Entre las características que definen a Esperanza Aguirre, Javier Olaechea destaca: “ella es una persona honesta, extremadamente sincera, lo cual hace que no genera indiferencia, o se la ama o se la odia”. De sus defectos, Olaechea destaca: “solo uno, que no me haya llevado de “número dos” en su candidatura”, bromea. “En política conviene bromear alguna vez para rebajar la crispación”, añade. Cree que estas elecciones “van a estar muy discutidas”. Considera que “hay mucho voto oculto o indeciso”, pero se muestra seguro de que “los madrileños van a saber reconocer el trabajo del PP en el Ayuntamiento y en el Gobierno regional, pese a los errores cometidos, que también los ha habido”.

Olaechea es madrileño y estudió en el colegio Santa María del Pilar, del Distrito de Retiro (el ministro Wert también estudió allí), distrito donde él ha ejercido como vocal vecinal y portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular durante años. Asimismo, se ha desempeñado como asesor y jefe de Gabinete de la Consejería de Transportes del Gobierno regional. Ha estado vinculado a dos empresas, Auna y Retevisión, admite. “No tengo que ver con un arzobispo de Valencia del mismo apellido que casó a la duquesa de Alba en su primer matrimonio”, explica. En caso de poder dar un consejo o sugerencia a Esperanza Aguirre, a la que conoce bien, “le diría que siga siendo siempre fiel a sus valores”. Y concluye: “Aunque Pedro Sánchez se equivoque al votar, no creo que yo vaya a salir elegido”.

Ismael Bardisa Jordá, último candidato del PP a la Comunidad de Madrid. "Es un puesto testimonial y de apoyo". Ismael Bardisa Jordá, de 64 años, ex diputado regional y ex diputado nacional durante tres legislaturas en cada cometido, ocupa la última posición de la lista del Partido Popular a la alcaldía de Madrid, candidatura cuya titular es Cristina Cifuentes. “Ha sido mi amistad personal con la candidata la que principalmente me ha llevado a aceptar el ir al final de la lista”, explica. “Es una mujer moderada, liberal y muy trabajadora”. Y añade: “La conozco bien porque cuando entré en la Asamblea de Madrid, en 1987, ella era una joven abogada asesora de la Presidencia y de entonces arranca nuestra amistad”. Bardisa, que hoy es presidente de honor del Partido Popular de Chamberí, que presidió durante años, considera “un orgullo ir en el último puesto de la lista municipal, porque se trata de un puesto testimonial y de apoyo”.

Recuerda Ismael Bardisa que ya en algunas candidaturas de Alberto Ruiz Gallardón, Rosa Vindel ocupó tal posición. Su conocimiento de la candidata Cifuentes le permite sugerirle que “siga siendo como ella es, una mujer centrada, que no se deje amedrentar por los ataques que está recibiendo de la extrema derecha”. Pondera igualmente “la experiencia que Cristina Cifuentes contrajo como Vicepresidenta de la Asamblea y como delegada del Gobierno, tarea esta que requiere gran capacidad de negociación, de la que ella dispone con creces”, señala Bardisa.

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Abogado en ejercicio “alejado de la política” según reconoce, hoy está dedicado a cuestiones civiles y mercantiles. Ismael Bardisa posee acciones “que recibí de mi padre”, en una empresa familiar propiedad de sus hermanos, Falken, dedicada a la comercialización de productos como gases lacrimógenos y material antidisturbios. Pero aclara “no tengo ninguna relación más”. Su deseo electoral lo formula así: “¡A ver si ganamos!”. Y en esa meta se apresta, dice, a colaborar.

Patricia Ocaña, última candidata de Ciudadanos a la alcaldía. "Abandoné el PP tras sucesivas decepciones". Patricia María Ocaña Cobos tiene 38 años. Se presenta como candidata en el último puesto de la lista de Ciudadanos a la alcaldía que encabeza Begoña Villacís. Patricia, nacida en Chamberí, moradora media vida en Canillejas y hoy residente en el barrio de la Concepción, estudió Periodismo en la Universidad San Pablo CEU, donde recibió clases de Macroeconomía, precisamente, de José Villacís, padre de Begoña, la cabeza de lista de Ciudadanos. “Antonio Miguel Carmona, candidato socialista al Consistorio, fue también profesor mío de Economía”.

En la actualidad Ocaña trabaja en una empresa de análisis y estrategia de ventas. Fue militante del Partido Popular, pero hace diez o doce años -“tras sucesivas decepciones”, subraya- decidió abandonarlo. Desde hace un año y medio se incorporó a Ciudadanos, donde pertenece a la directiva de la formación política como Secretaria de Organización de Madrid. “El hecho de ir en el último puesto de la candidatura a la alcaldía lo entiendo como un honor”. Y asegura: “Mi interés se centra en trabajar, sobre todo en asuntos relativos a la igualdad tanto de género como en lo concerniente a LGTB”.

A su juicio, “Begoña Villacís es una persona cercana, muy responsable y con habilidad para crear y gestionar equipos; creo que va a desempeñar un papel fundamental”. No ve elementos críticos en ella, “salvo que se nos quiera achacar que no somos políticos, en el sentido tradicional del término, ya que no sabemos expresarnos como ellos”; pero Patricia Ocaña ve incluso este aspecto como una diferencia ventajosa. “No tengo deseos de ser concejal, lo único que quiero es contribuir a cambiar las cosas y en esa tarea, Begoña va a contar conmigo siempre”.

Miguel Ángel Gutiérrez Vivas, último candidato de Ciudadanos a la Comunidad de Madrid. "Podré aportar en el día a día".

Madrileño de 51 años, Miguel Gutiérrez pertenece al Comité Electoral de Ciudadanos, donde desempeña la responsabilidad de la Política Municipal. Ingeniero topógrafo, especialista en Geodesia y Cartografía, llegó a la política en septiembre de 2013. “Llevaba desde las elecciones autonómicas de hace cuatro años siguiendo con interés la trayectoria política de Albert Rivera”, dice Miguel Gutiérrez. “Me decidí a dar el paso a la política al percatarme, entre otras cosas, de que mi hija mayor, que es periodista, para hallar trabajo tenía que marcharse al extranjero. Esa opción, si fuera voluntaria, me parecería bien pero, al no serlo, me di cuenta de que era un síntoma de que las cosas iban muy mal y de que casi todo lo hecho hasta ahora no servía para nada”. Cree que a la candidatura de Ciudadanos, en sí misma, él no puede aportar mucho, por la posición postrera que ocupa, “pero sí en el día a día”. Y señala que “son razones laborales –es directivo de una empresa de Seguridad- las que explican por qué, pese a ser responsable de Política Municipal de Ciudadanos de Madrid, mi nombre no figura en un puesto más elevado.

Con todo, es un orgullo cerrar la candidatura”. Su destino político se vio asociado al cabeza de lista, cuando simultáneamente ingresaron y fueron elegidos como directivos por las agrupaciones de Ciudadanos. “El candidato es una excelente persona, un trabajador incansable, que no necesita recibir consejos míos”, remarca. Pero, en caso de hacerle alguna recomendación, Miguel Gutiérrez se aviene a admitir que “le pediría que siguiera siempre siendo el mismo, que la política no le cambie”. Se muestra muy ilusionado con este proceso electoral: “Creo que Ciudadanos es una opción seria y distinta, porque tenemos un espacio propio que los ciudadanos reclaman y eso es lo que nos da ánimos”.

Fernando Iwasaki, último puesto de la candidatura de UPyD a la Comunidad de Madrid. "Nuestro mensaje político está ya en el vocabulario de todos". El historiador y escritor peruano Fernando Iwasaki (Lima, 1961) comparece en el último lugar de la candidatura de Unión Progreso y Democracia. Vinculado ideológicamente a Mario Vargas Llosa, participó con él en un partido peruano, el Movimiento Libertad, que al entrar en coalición “perdió parte de su identidad liberal”, reconoce. Él se estableció en España a partir de 1994 y hoy es residente en Sevilla. Iwasaki explica su presencia en la última posición de la candidatura madrileña del modo siguiente: “No la entiendo como un orgullo ni como un honor, sino más bien como mi forma de asumir un compromiso político, una manera de ayudar a mi partido”, dice. Asegura que su tarea “consiste en apoyar, desde Sevilla, a esta candidatura madrileña en la certeza de que no voy a resultar elegido”. Y explica: “No es la primera vez que integro una lista en puestos no de cabeza, como ya hicimos algunos en listas de Basta ya en el País Vasco”, precisa. Iwasaki dice no conocer estrechamente a la persona que encabeza la lista madrileña, “pero estoy con él, por Rosa Díez, por el programa, por el partido y porque creo que es la persona idónea”.

“Prácticamente”, explica, “soy uno de los primerísimos integrantes de UPyD, el partido pionero en elaborar el mensaje que hoy está en el vocabulario de todas las organizaciones políticas”. A la hora de sugerir alguna recomendación al candidato de UPyD dice: “le pediría que no renuncie nunca a defender las ideas que el partido plantea y le advertiría de que, ocurra lo que ocurra en estas elecciones, no tiene por qué afectar a su futuro político”, asegura.

Iwasaki subraya que el programa de UPyD “es de largo recorrido, de ambición” y que “un resultado electoral adverso no tiene por qué implicar la desaparición del partido”. A juicio suyo, “una forma de ganar ha sido ya la de haber impregnado a todas las formaciones políticas con nuestros planteamientos, pioneros en hablar de listas abiertas, precursor en la denuncia de Bankia, en la lucha a favor de la independencia del poder judicial…”. Y todo ello, remarca, “porque para UPyD, más que plantearse la toma del poder, su función primordial ha sido la de cuestionar la naturaleza del poder mismo”.

Álvaro Pombo, último candidato de UPyD a la alcaldía de Madrid.

El escritor, novelista y ensayista cántabro, de 75 años, se encuentra actualmente enfermo y no ha podido ser contactado.

Marisa Castro, última candidata de Izquierda Unida a la alcaldía. "Es la primera vez que una mujer encabeza la candidatura de IU de Madrid". Marisa Castro, (Mansilla del Páramo, León, 1947), es madre de dos hijas. Es asimismo Técnico en Salud Pública, ex concejal del Ayuntamiento de Madrid y ex diputada nacional en el Congreso de los Diputados por Izquierda Unida. Figura en el último puesto de la lista de esta formación política al Consistorio madrileño que encabeza Raquel López. “Creo que Raquel es una buena candidata, por ser persona sencilla, trabajadora y voluntariosa, con vocación municipalista; posee además una alta sensibilidad de género y es una gran defensora de lo público, lucha que hoy adquiere un enorme mérito tras los 26 años de vigencia del discurso de la derecha, totalmente enfrentado a todo lo público”, dice Marisa Castro de la candidata municipal de Izquierda Unida. Y añade: “Además, es la primera vez que una mujer figura al frente de una candidatura de IU a la alcaldía de Madrid y sé que Raquel tiene una alta sensibilidad de género, con la cual yo he combatido también durante muchos años”. Castro tuvo un destacado papel en la lucha por apoyar la libertad femenina en cuanto a la interrupción voluntaria del embarazo no deseado.

Sobre ella misma, la ex-concejal y ex-diputada subraya que su comparecencia en el último puesto de la lista “obedece a razones de militancia”. Y apunta: “No solo se hace política desde las instituciones, también se hace militando desde cualquier posición y por eso estoy aquí, porque nunca he pensado en tirar la toalla; milito en la única formación política, Izquierda Unida, que presenta una propuesta de clase que confronta directamente a la derecha”. Ocupar la última posición, dice, “lo entiendo como un cierre de honor”. Y concluye: “Ojalá Raquel obtenga unos resultados que le permitan demostrar a los madrileños y madrileñas quién es y demostrar toda su valía. No soy muy partidaria de dar consejos, tan solo lo diría que tiene todo mi apoyo”.

Marcos Ana, último candidato de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid . "Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo". Fernando Macarro es el nombre original de Marcos Ana, poeta e histórico líder comunista (Alcalá de Henares, 1920) quien figura en el último puesto de la lista de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid, que encabeza el también poeta Luis García Montero. “Me han colocado al final porque quería apoyar a Luis”, dice con una sonrisa. “La afinidad poética que nos une ha influido en mi apoyo, desde luego, pero creo además que es un chico con bastante formación cultural y política”.

Sobre qué cualidad le gusta más del candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno regional, Marcos Ana precisa: “me gustan muchas cosas de él pues es un hombre que muestra varios costados: es poeta interesante; es coherente, culto y no se ha dejado arrastrar nunca hacia otros terrenos…es un chico que vale”. Y responde también: “¿Que cómo le puedo ayudar? Pues con mi apoyo, ya que muestra un aprecio por mí al que yo le correspondo con el mío”.

A la pregunta de si le daría algún consejo, el veterano dirigente comunista responde: “No lo necesita, pero en caso de necesitarlo, le aconsejaría que siguiera siendo coherente consigo mismo y que se mantenga fiel a sus ideales, como ha hecho siempre hasta ahora”. Marcos Ana explica que la máxima que ha guiado su propia vida se resume en una frase: “Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo”. Este principio lo brinda a todos cuantos se dedican a la política y que hoy ofrece especialmente a Luis García Montero. Marcos Ana no vería bien encabezar él mismo una candidatura. “Es hora de dejar paso a los jóvenes, para que tomen sus responsabilidades”. Y se muestra esperanzado sobre el desenlace electoral.

Miguel Arranz, último puesto de la candidatura del PSOE al Ayuntamiento. "Mi deseo es acompañar a Gabilondo en esta aventura". Miguel Arranz Sánchez, tiene 66 años. Lleva dos años jubilado y 20 años dedicado a la política, primero como concejal y teniente de alcalde de Alcorcón, a partir de 1981, y ya posteriormente, como secretario general adjunto de la Federación Madrileña de Municipios. Ha pertenecido también a la gestora nombrada recientemente tras el cese de Tomás Gómez y en ella ha desempeñado el cometido de Coordinador de Política Municipal. “Conocía la trayectoria de Ángel Gabilondo, pero ahora le conozco más de cerca. Creo que tiene todas las virtudes necesarias para ser presidente del Gobierno regional de Madrid. Por eso no soy quien para darle ningún consejo, él es una personalidad importante, muy humano. Mi deseo ha sido el de acompañarle en esta aventura ilusionante”.

Sobre el último lugar que ocupa en la lista socialista, Arranz dice: “Todo lo que he sido en política se lo debo al PSOE y siempre me he guiado por el deseo de cambiar a mejor las cosas para la gente. Si ahora me piden que ocupe ese lugar, lo entiendo como un honor y lo acepto. Siempre se ha dicho que los últimos de cada candidatura contribuyen a darle …lustre, cosa que no me atrevo a decir, pero suele ser así”. Y se compromete a poner todo lo que ha conocido en su larga trayectoria política “al servicio de Ángel Gabilondo y del Partido Socialista Obrero Español”. Y añade: “No creo que yo salga elegido”, rubrica con una sonrisa.

Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, último candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid. "Mi gratitud a los madrileños me ha llevado a aceptar la candidatura". Juan Antonio Barranco Gallardo, madrileño, concurre a estas elecciones en el último puesto, el 57º, de la lista del PSOE a la alcaldía de Madrid, cuyo primer titular es Antonio Miguel Carmona. “Fueron él y la gestora quienes me pidieron que ocupara ese puesto último de la lista; y, pese a que me he retirado de la política, de todos los cargos políticos e institucionales, mi compromiso de lealtad con el partido y mi gratitud con Madrid me llevaron a aceptarlo”, comenta. Recuerda Barranco que él fue “el alcalde más joven de la historia de la ciudad y también, el más joven senador, gracias a los votos madrileños”.

Asegura que cuando presidía Congresos de su partido, conoció a Antonio Miguel Carmona: “siempre le consideré un joven capaz, competente así como un brillante parlamentario”, como pudo comprobar, asegura, “durante la estadía de Carmona en la Asamblea de Madrid” donde ambos coincidieron y se conocieron más a fondo. Evoca Barranco que no es la primera vez que ocupa tal posición en una lista electoral: “En los años de plomo y en el País Vasco, fui el último en varias candidaturas, municipal y al Senado, creo recordar”, comenta.

A propósito de los principales retos que Antonio Miguel Carmona, desde la experiencia que Barranco cosechó al frente de la alcaldía, el ex alcalde socialista señala que “si Carmona consigue la alcaldía, deberá recuperar una ciudad en la que, pese a que algunos hablan de bipartidismo, lo que ha habido es un mono-partidismo prolongado durante más de 25 años; deberá poner fin a ese mono-partidismo”. Otro de los objetivos del futuro alcalde debería ser, según Barranco, “volver a abrir las puertas del Ayuntamiento a sus legítimos propietarios, los ciudadanos y vecinos de la ciudad, para recuperar la complicidad con ellos a través de la participación, aquella que llevó a Madrid a ser nominada capital europea de la Cultura en 1988”. Y, como colofón, subraya: “Carmona deberá conseguir que Madrid recobre su autoestima y su orgullo, sobre la convicción de que el poder democrático deberá ser compartido con los movimientos vecinales, ciudadanos y culturales”.

Aunque dice no atreverse a dar ningún consejo al candidato socialista Carmona a la alcaldía, “en último término le sugeriría lo que le habría sugerido el Viejo Profesor, Enrique Tierno Galván, es decir, “mesura y reflexión”, en medio de una campaña electoral donde todo se muestra frenético”.

Cristina Escribano, última candidata de Ahora Madrid a la alcaldía. "Solo la unión de la izquierda puede cambiar el rumbo de una ciudad maltratada". Cristina Escribano figura en el puesto 57º de la lista Ahora Madrid a la candidatura a la alcaldía madrileña que preside Manuela Carmena. Cristina estudió Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones. Se encuentra en situación de prejubilación tras el cierre de la empresa en la que trabajaba. Permaneció militando en Comisiones Obreras del Metal durante 15 años y participó en las luchas del sector a partir de 1978 y en años posteriores. Desde el comienzo del movimiento del 15-M participó en sus asambleas y se incorporó a la Asamblea de Chamberí. Es activista por el derecho a una vivienda digna desde la Plataforma Antidesahucio del mismo barrio, donde participa activamente en concentraciones y reivindicaciones contra la expulsión de residentes de sus viviendas.

Del mismo modo, forma parte de la Plataforma de Vivienda Pública y Social, comprometida en la denuncia de la venta de viviendas de la EMVS a fondos buitre como BlackStone, venta que considera un expolio. Estuvo afiliada al PCE, se dio de baja y hace dos años PCE reingresó de nuevo. Es actualmente vocal por Izquierda Unida en la Junta Municipal de Distrito de Chamberí, donde he transcurrido prácticamente toda su vida. Asegura que otro Madrid es posible y que el pueblo tiene que tomar las riendas de su ciudad. Se confiesa convencida de que “solo la unión de las fuerzas de la izquierda real pueden cambiar el rumbo de una ciudad maltratada y destruida por el monopolio del PP”.

Ocupa ese puesto en la lista de Ahora Madrid “porque quiero aportar mi granito de arena al cambio real para tener una ciudad por y para el pueblo donde la ciudadanía cuente, donde de verdad tengamos derecho a una vivienda digna ajustada no solo a nuestras necesidades sino también a nuestros ingresos, donde el Ayuntamiento no desahucie a familias en riesgo de exclusión y donde la Vivienda Publica sea la base del derecho a techo”.

Miguel Guerrero Paz, último candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid. "Quiero ser portavoz de los de abajo". Miguel Guerrero Paz, último candidato de la lista de Podemos al Gobierno de la Comunidad de Madrid que lidera el ingeniero agrónomo José Manuel López, se propone recobrar “Mover ficha, frente a aquellas personas que lo han olvidado justificándose en la inmediatez de los tiempos, y también frente a quienes han olvidado que el cómo es tan importante, o más, que el fin”, según escribe en su perfil. Mover ficha fue un movimiento que se planteó en su día convertir la indignación en cambio político, según escribió la publicación digital Cuarto Poder.

Asegura Guerrero presentar su candidatura “no para ser miembro de un grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid, sino más bien para ser el portavoz de los de abajo, de los ciudadanos y ciudadanas que están sufriendo la gran mentira que supone la crisis y que no es más que la culminación del neoliberalismo thatcheriano que en la Comunidad de Madrid representa el PP, con la necesaria connivencia del PSOE”.

Se presenta, pues, según escribe “para llevar la voz de los círculos de Podemos”, que define como “estructuras abiertas a la ciudadanía”, en las que se encuentran “grandes ideas y personas que tienen la experiencia de los movimientos sociales y que llevan años luchando contra los abusos de poder de un sistema que hace ya tiempo que no representa a los ciudadanos”. Su compromiso electoral, agrega, trata de “hacer valer a esas personas y a otras que no han militado nunca, pero que tienen grandes ideas frente a las tendencias tecnocráticas que aparecen cuando menos te lo esperas y de quien menos te lo esperas”. Y sentencia: “Nadie es más que nadie”. De igual modo, se propone “defender por encima de todo el compromiso político frente a las motivaciones económicas, defender asimismo la transparencia”, además de “luchar contra los acuerdos antidemocráticos realizados en despachos, o a través del teléfono o reuniones cerradas”. En definitiva, “luchar contra la corrupción de personas e instituciones”.

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