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Fomento se plantea la contratación del último tramo del metro de Málaga

Las ofertas presentadas rebajan un 36% los 44,6 millones por los que fue licitada la obra

La estación de El Perchel tras la inauguración del metro de Málaga.
La estación de El Perchel tras la inauguración del metro de Málaga. garcía-santos

La Consejería de Fomento abre la puerta a una posible renuncia a la convocatoria de adjudicación de las obras del tramo que queda pendiente del metro de Málaga, el que se adentra en la Alameda. La Agencia de Obra Pública ha preguntado a la Comisión Consultiva de Contratación Pública si la “excesiva baja” de los importes ofertados por las empresas interesadas en construir este ramal de 295 metros, que discurrirá subterráneo, es causa para renunciar a la contratación.

Los trabajos salieron a concurso en julio pasado por 44,6 millones de euros y ha habido una reducción media del 36,4% sobre el precio de licitación por parte de la decena de empresas que han llegado a la última fase del procedimiento. Una de las propuestas suponía, incluso, una rebaja del 40,4% sobre el montante original calculado para construir este ramal que se prolongará desde el río Guadalmedina hasta mitad de la Alameda (terminará en la futura estación de Atarazanas).

La Agencia de Obra Pública ha realizado una comparativa con los precios de los tramos que están ya en servicio (en julio se pusieron en servicio los ramales de las líneas 1 y 2 que confluyen en forma de uve cerca de la estación de trenes) y el que está en construcción y considera que los trabajos que han salido ahora concurso podrían admitir una baja aproximada del 19%, un valor “altamente discrepante” con esa media de 36,4%.

También se cita en la consulta los pronunciamientos del Consejo Consultivo de Andalucía y de la Cámara de Cuentas sobre las modificaciones de contratos que ha habido en el metro de Málaga, ya que se trata de una infraestructura que ha supuesto un aumento de presupuesto considerable respecto al calculado inicialmente. Por eso se pregunta si esos bajos importes ofertados serían causa “suficiente” para renunciar a la adjudicación del contrato. Si esto ocurriera, habría que convocar otro concurso.

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