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La huelga en Renfe y Adif para jueves y viernes afectará a Galicia ya el miércoles

Los servicios mínimos serán del 65% en media distancia y del 17% en mercancías CGT alerta del riesgo de fragmentar aún más las empresas públicas

Las continuas reducciones de plantilla que vienen sufriendo Adif y Renfe, empresas públicas gestoras de las líneas ferroviarias y los trenes respectivamente, han llevado a varios sindicatos (CCOO, CGT, Sindicato Ferroviario y Sindicato de Circulación) a convocar en toda España 46 horas seguidas de huelga entre la una de la madrugada del jueves 31 de julio y las once de la noche del viernes 1 de agosto. Sin embargo, los paros llegarán a Galicia un día antes, porque ya no operarán los trenes nocturnos de A Coruña y Vigo a Barcelona previstos en ambos sentidos para la tarde o la noche del miércoles 30.

En general, los servicios mínimos establecidos, que priman las horas punta, solo garantizan que circule el 65% de los trenes de media distancia y el 63% de los de Feve. En los trenes de larga distancia, los servicios mínimos serán del 77%. En el caso de Galicia, Renfe ha decidido que las supresiones se concentren en los servicios nocturnos a Barcelona y Madrid, que desaparecen por completo durante la huelga, y en los diurnos al País Vasco, así como en alguna frecuencia puntual con Madrid. Varios de los trenes nocturnos entre Galicia y Madrid o Barcelona del viernes también retrasarán su salida hasta después de las once de la noche para esquivar la huelga.

Los paros tendrán un efecto mucho mayor en los trenes de mercancías, en los que los servicios mínimos serán de tan solo el 17% en Renfe y el 19% en Feve. Desde CGT se destaca que es en ese ámbito en el que más se notará la nueva reducción de personal que prevé Adif y que en Galicia supondrá la supresión de 35 puestos de trabajo.

Desde CGT también se critican las sucesivas fragmentaciones de lo que antes era un único ente estatal en empresas especializadas en alta velocidad y vías convencionales en el caso de Adif y en viajeros, mercancías, alquiler de material y fabricación y mantenimiento en el caso de Renfe. El sindicato recuerda las críticas a la falta de comunicación entre Adif y Renfe, separadas hace una década, del presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), Vicente Rallo, a raíz del siniestro de Angrois. Un maquinista jefe había alertado a Renfe un año y medio antes del siniestro del “riesgo” de Angrois, pero el aviso no llegó a Adif. “En mi fuero interno he pensado muchas veces, esto en Renfe integrada no hubiera pasado jamás, porque el de Renfe le hubiera dicho al de infraestructura 'mañana ahí pon una limitación de velocidad', y ahora eso no se puede hacer”, dijo el presidente de la CIAF en el Congreso. Para CGT, los problemas de comunicación entre empresas se agravarán con la fragmentación de Renfe y Adif y la entrada de nuevos operadores privados.

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