“El objetivo es destruir a Pere Navarro”

La dirección del PSC se mantuvo formalmente al margen de las dimisiones en Girona, pero las renuncias en bloque no sorprendieron en la calle de Nicaragua. “Sabíamos que iba a pasar desde hace un mes y medio, porque conocemos cómo funciona el antiguo régimen del partido allí”, dijo un dirigente que reclamó el anonimato.

El dirigente fue incluso más allá y situó el detonante de la crisis en la voluntad de los dimisionarios de evitar a toda costa la celebración de elecciones primarias para elegir al cabeza de cartel para Girona en 2015. “Nos amenazaron de que si había primarias iba a pasar esto, porque querían imponer a su candidata”, dijo, en referencia a Pia Bosch.

La portavoz municipal lo niega y explica que la dimisión de diez miembros de la ejecutiva se ha producido después de esperar casi dos meses sin resultados la celebración de una reunión con Juli Fernández, el primer secretario del partido en la provincia. La dirección le defiende. “Es verdad que no les ha recibido, porque ya les dijo que no lo haría si era para hablar de primarias”, dice un dirigente. Pia Bosch recuerda que ella es la secretaria de acción política del partido en Girona y que Fernández no le consulta ninguna decisión que adopta ni se le pone al teléfono.

De lo que no hay dudas es de que la crisis en el PSC de Girona hace cada vez más difícil la cohabitación en el partido de diferentes familias, en especial de algunos cuadros del llamado sector catalanista. Estos acusan a la dirección de alejarse cada vez más de su electorado y el entorno de Pere Navarro entiende que lo único que les mueve es conservar su cuota de poder.

“En el PSC no hay ningún problema político, lo único que ocurre es que quieren destruir a Pere Navarro porque piensan que cuanto más débil esté el partido, antes se harán con el poder”, dice el mismo dirigente. Los catalanistas, por su parte, sí creen que existe el problema político y recuerdan el goteo de centenares de concejales, alcaldes y militantes que han dejado el PSC desde que empezó el proceso soberanista a consecuencia de los vaivenes de los socialistas hasta que el 17 de noviembre se decidió en el Consejo Nacional del PSC que votarían no siempre que se plantease una cuestión de este tipo en el Parlament.

Pia Bosch recuerda que en Girona se está produciendo un goteo incansable de bajas y que algunos cargos municipales ya han anunciado que no acudirán a las elecciones de 2015 con las siglas del PSC.

La lectura que hace la dirección es que el discurso contra del partido siempre acaba perjudicando a quien lo practica. Y ahí está el ejemplo de las elecciones primarias del PSC de Barcelona, explican. Los tres candidatos que se mostraron críticos con la dirección en mayor o menor medida, (Jordi Martí, Laia Bonet y Rocío Martínez-Sampere), fueron apeados en la primera vuelta. Pasaron a la segunda Jaume Collboni y Carmen Andrés, que orillaron las críticas al modelo del actual PSC.