El hombre que mató a un ladrón en Río de Janeiro fingió ser diplomático

El hombre que mató a un atracador de un disparo en una gran avenida cercana a la zona olímpica en Río de Janeiro aseguró a la policía que pertenecía al consulado ruso y le mostró una cartera con una identificación falsa, según informa el diario Folha de S.Paulo. El implicado se identificó como Marcus Cezar Ferez Braga, un nombre con el que el cónsul general de la Federación Rusa en Río de Janeiro ha negado cualquier vínculo, según añade el diario brasileño. El suceso se ha producido un día antes de la inauguración de los Juegos.

"Este ciudadano no tiene ningún vínculo con el consulado, embajada o cualquier representación rusa en el país. Solo admitimos representantes de nacionalidad rusa", ha declarado Vladimir Tokmakov a Folha.

Según el departamento de homicidios de Río de Janeiro, el responsable del homicidio "reaccionó a un ataque a mano armada,” en el barrio de Barra de Tijuca, situado en el oeste de la ciudad. “Entró en un forcejeo con el asaltante, y durante la lucha, el arma del agresor efectuó varios disparos”. Uno de ellos fue mortal para el ladrón, señaló la policía a la agencia AFP.

Según la policía de Rio de Janeiro, el vicecónsul de Rusia reaccionó a un ataque a mano armada

El implicado —cuya identidad no trascendió en un primer momento, aunque sí se supo que es originario del estado brasileño de Minas Gerais y practicante de jiu-jitsu— conducía su vehículo en compañía de su esposa y su hija. Según el diario Extra, fue abordado por dos motoristas, uno de ellos rompió el cristal e introdujo un arma para que se detuviera. Sin embargo, el diplomático le arrebató la pistola y la usó contra el asaltante.

El propio afectado relató que estaba parado en un embotellamiento cuando dos hombres en una motocicleta se acercaron y uno de ellos rompió el cristal con un arma. La Avenida de las Américas es la vía principal de Barra de Tijuca, el barrio de la zona oeste de Río de Janeiro en que están concentradas la mayoría de las instalaciones de los Juegos Olímpicos.

El incidente se ha producido en vísperas de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos y en un momento en que las calles de Río de Janeiro están tomadas por policías y militares por temor a la delincuencia.