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MIGUEL ÁNGEL MANCERA | Jefe de Gobierno de la Ciudad de México

“La fuerza de la izquierda está en la unidad, no en un proyecto radical de exclusión”

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México aspira a la presidencia de la República

Jan Martínez Ahrens

Miguel Ángel Mancera, de 50 años, ha dado el paso. El jefe de Gobierno de la Ciudad de México aspira a la presidencia de la República. Hombre de gesto tranquilo y sin afiliación política, piensa presentarse encabezando una gran plataforma de corte progresista. “La fuerza de la izquierda está en la unidad, no en un proyecto de exclusión y enfrentamiento”, afirma. Las elecciones serán en 2018. El combate ya ha empezado.

Pregunta. ¿Por qué un ciudadano mexicano le debería votar?

No pretendo construir albercas sin agua

Respuesta. Mi vida es servir a la gente de este país. Y creo que en México se pueden hacer más cosas, hay nichos de oportunidad, puntos de avance muy concretos. Entrar en la contienda está en lo que yo quiero hacer y la ciudadanía sabe lo que puede esperar de mí: soy transparente, hablo de frente y siempre pienso en la gente primero.

P. ¿Bajo qué partido se presentará?

R. Lo primero es encabezar un proyecto. Ahí juegan un papel relevante los partidos, pero deben servir a la gente y no al revés. Yo no estoy afiliado al PRD. Llegué a la jefatura del Gobierno con una propuesta apoyada por el PRD, por Movimiento Ciudadano y por el PT.

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P. Hay voces dentro del PRD que piden que se afilie.

R. Hay una afinidad progresista: trabajamos juntos y presentamos propuestas juntos. No veo la necesidad de afiliarse si compartimos una ideología y una fuerza de trabajo.

Fue criticado por la iniciativa del silbato contra la violencia de género. ¿La volvería a presentar?

P. ¿Ideológicamente cómo se define?

R. Hacia la izquierda, soy progresista.

P. ¿Con un guiño al centro?

Con el matrimonio homosexual no se debe generar un clima de enfrentamiento

R. No soy radical. Me interesa el bien común, el piso parejo en las políticas públicas, la construcción de una sociedad igualitaria en las oportunidades, el acceso y la posibilidad de desarrollo. Pero no pretendo construir albercas sin agua.

P. ¿Llevaría en su programa el matrimonio homosexual y el aborto tal y como están legislados en la Ciudad de México?

R. Hoy por hoy, con el ordenamiento jurídico y el avance de la Suprema Corte se ha dado un paso sustancial para definir los criterios. Pero ojo, hay que hablar con la gente. No se debe generar un clima de enfrentamiento. La Ciudad de México hizo este cambio porque ya lo estaba viviendo. No es igual el norte del país, ni algunas zonas del centro.

P. ¿Cómo enjuicia el ascenso de Morena?

R. En la Ciudad de México ha habido un acortamiento de la distancia entre Morena y PRD. Pero la fuerza de la izquierda está en la unidad, no necesariamente en un proyecto radical, de exclusión y enfrentamiento. La izquierda tiene ahora una buena oportunidad para una lanzar una gran convocatoria, con planteamientos concretos que la gente pueda palpar. Por ejemplo, el salario mínimo o una reforma fiscal que incentive la inversión.

P. ¿Pero qué piensa de López Obrador?

Hay que hacer una convocatoria amplia para integrar a la sociedad civil, no sólo a los partidos

R. No sé cuál es su propuesta. Dice que si va a vender el avión presidencial, que si habrá honestidad… Él seguirá enfrentándose de forma constante a todas las políticas que vaya presentando la Presidencia de la República. Yo creo que hay cosas que no tienen que ser destruidas, hay avances que han costado mucho; es el caso de lo que se hace por la educación. No todo es malo.

P. ¿No es López Obrador un factor de división de la izquierda?

R. López Obrador planea ir solo. Yo estoy dispuesto a hacer una convocatoria amplia, un trabajo de conjunto que integre a la sociedad civil, no sólo los partidos.

P. ¿Y usted sería el candidato de ese movimiento?

R. Me encantaría serlo.

P. ¿En su plataforma cabría el PAN?

R. La presidencia de la República es distinta a las gubernaturas. Hay que analizar si es para bien de México, y sobre todo, cuáles serían las reglas de juego. Me preocuparía que no fuese un proyecto progresista.

¿Qué le parece el desenlace de la Iniciativa Ciudadana Ley 3 de 3?

P. Sus enemigos dicen que es tibio con el PRI y Peña Nieto. ¿Busca el voto del centro?

R. El trabajo coordinado con el Gobierno federal ha dejado a la Ciudad de México la posibilidad de contar con un fondo de capitalidad. Fue algo que nunca se había obtenido. La reforma política también ha requerido diálogo. Pero cuando no estamos de acuerdo, lo decimos. Estoy en contra de que se apoye una deformación de la Ley 3de3. Quien no quiera que se hable de su vida privada, de sus bienes, que no entre en el servicio público.

P. En qué se ha equivocado.

R. En muchas cosas. A veces en la forma de comunicar, otras en confiar en quien no lo merecía, o en el modo de comenzar…pero siempre he trabajado por el bien de la gente.

"La Ciudad de México es un ente vivo que grita, camina y piensa"

Para Miguel Ángel Mancera, la Ciudad de México es un vértigo diario. Le absorbe, le exige y, a veces, le golpea. Pero él resiste. "Soy un servidor público", dice.

Pregunta. ¿Cómo se vive la Ciudad de México?

Respuesta. La ciudad es un ente vivo que está todo el tiempo pensando, caminando, gritando… Cierras los ojos y no sabes si va a sonar una alerta sísmica; empieza a llover y temes que pueda haber una inundación. Yo estoy concentrado en la Ciudad de México. Todos los días representa un reto de altísimo riesgo, de deporte extremo. Son 20 millones de personas conviviendo.

P. ¿Y es segura?

R. Es segura, aunque es una ciudad normal y tiene su índice delictivo. Pero es segura en el esquema internacional y dispone de una policía de las más consistentes en todo el país.

P. Pero hay percepción de inseguridad.

R. Porque es una ciudad donde la información estalla y permea muy rápidamente.

P. Fue criticado por la iniciativa del silbato contra la violencia de género. ¿La volvería a presentar?

R. No sólo la volvería a presentar, la voy a apoyar. El silbato se debe tomar en serio. Va a proteger a las mujeres y ya funciona en otros países. Pero no es la única herramienta. Tenemos cámaras de vigilancia, vagones confinados, ministerio público en determinadas estaciones de metro…

P. ¿Es consciente de que medidas como las limitaciones de tráfico por la contaminación afectan su valoración?

R. Sin ninguna duda. Ni aquí ni en China le gusta a la gente que la dejen sin circular. Pero la Ciudad de México pasó de ser medida con un nivel de 180 a serlo con 150. Es como decirte: hoy eres delgado porque pesas 80, pero si quieres seguir siendo delgado mañana tienes que pesar 50. Eso le pasó a la Ciudad de México.

P. Gran parte de la contaminación procede de las fábricas del Estado de México.

R. Hay contaminación que no es propia de la Ciudad de México. Pero la carga política y mediática, la caja de resonancia es la capital. Y no dejamos de hacer cosas. Le decimos adiós a los taxis con gasolina y a los actuales microbuses; verificamos las placas federales, vamos a hacer auditorias ambientales a las empresas, una aplicación en tiempo real para conocer la calidad del aire, plantamos más árboles… A veces parece que estamos viviendo en el tubo de escape de un coche, pero a nivel mundial ocupamos el puesto 500 en contaminación, y en México, el octavo lugar.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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