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Cuba pierde a Yulieski Gurriel, la joya de su béisbol

El jugador se fuga del hotel de concentración de su selección en Santo Domingo

Fidel Castro y Yulieski Gourriel en 2006.
Fidel Castro y Yulieski Gourriel en 2006.CLAUDIA DAUT (REUTERS)
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Cuba’s star baseball player defects to reportedly join US Major League

Si el béisbol es parte del alma cubana, Cuba se acaba de quedar sin un trozo. Su pelotero más importante, Yulieski Gourriel, de 31 años, se ha escabullido este lunes de madrugada del hotel en el que estaba concentrada la selección en Santo Domingo tras finalizar en cuarto puesto su participación en la Serie del Caribe. Con él se ha ido su hermano Lourdes, de 22 años, también integrante de la selección. Un golpe tremendo para el béisbol cubano y para Cuba. 

Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, ha publicado de inmediato la noticia en su web acusando a los hermanos Gourriel de "franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional". Se supone que, como han hecho muchos otros peloteros cubanos, se han evadido para irse a la Major League de Estados Unidos, donde se estima que un jugador del talento de Yulieski Gourriel, nombrado mejor deportista de Cuba en 2015, podría firmar un contrato de unos 100 millones de dólares.

La fuga de talentos es un lastre creciente para el deporte más popular en la isla. En 2015 se fueron de Cuba más de 100 peloteros, y en 2014 alrededor de 70. La razón es sencilla: en el extranjero pueden ser millonarios; en Cuba no, además de que en la isla no pueden desarrollar su potencial tanto como en la liga más competitiva del mundo. Si bien el béisbol sigue siendo el deporte de referencia para los cubanos, un estandarte que va más allá de lo deportivo y alimenta la identidad nacional, su debilitamiento coincide con la pasión creciente de los cubanos por ver fútbol internacional en la tele.

Yulieski Gourriel en 2006 en un partido con la selección cubana.
Yulieski Gourriel en 2006 en un partido con la selección cubana.E. DE LA OSA (reuters)

Para refrenar el problema, el Gobierno cubano optó en 2013 por permitir a los beisbolistas salir a jugar por temporadas al extranjero, pero la medida no parece contener el chorreo de deserciones. El propio Gourriel firmó en 2014 un contrato de dos años con los BayStars de Yokohama, aunque el equipo japonés se lo rescindió porque el cubano no se incorporó a tiempo para la segunda temporada alegando una lesión. El gerente Shigeru Takada dijo a los medios: "Gourriel no entiende bien lo que es un contrato".

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Dentro del nuevo marco de relaciones entre Washington y La Habana, la Federación Cubana de Béisbol y la Major League Baseball están tratando de buscar una manera de sortear el embargo para que los deportistas cubanos también puedan ir a Estados Unidos. Representantes de la liga estadounidense estuvieron en diciembre en Cuba, pero de momento el asunto sigue atascado. Y mientras las puertas de Estados Unidos estén cerradas, las fugas no cesarán.

Se esperaba que Gourriel fuese el símbolo del reencuentro beisbolístico entre Cuba y Estados Unidos. Que el primer gran logro de las negociaciones entre sus federaciones fuese la salida de la gran estrella de la isla hacia el Big Show, con focos, sonrisas y ganancias para todos: para la liga de EE UU, para el pelotero y para la Federación cubana con su porcentaje del acuerdo. Pero esta madrugada Yulieski y Lourdes Gourriel han salido de su hotel y se han subido en plena noche a una camioneta, abandonando a la selección. Sin sonrisas. Sin focos.

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