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Netanyahu plantea enviar tropas a Jerusalén ante la oleada de ataques

Mueren tres israelíes y más de 20 resultan heridos en cuatro atentados palestinos

La policía inspecciona el lugar del atentadoFoto: reuters_live | Vídeo: GETTY IMAGES

Jerusalén sufrió ayer la jornada más sangrienta desde que estalló la ola de violencia más grave desde el fin de la segunda Intifada en 2005. Por primera vez un ataque con armas de fuego se sumó a la escalada de acuchillamientos y atropellos de peatones. En el “día de la ira” convocado por los movimientos palestinos, tres israelíes murieron y más de 20 resultaron heridos en cuatro atentados cometidos por jóvenes de Jerusalén Este. El primer ministro, Benjamín Netanyahu que reunió de urgencia al gabinete de seguridad, planteaba anoche desplegar al Ejército en la Ciudad Santa, según el diario Haaretz.

Tras asegurar que Israel “no sucumbirá al terror de los cuchillos” y que utilizará “todos los medios disponibles” para atajar la violencia, Netanyahu parece haber optado por reforzar la movilización que ordenó el fin de semana: la llamada a filas de 16 unidades de reservistas de la policía de fronteras, un cuerpo paramilitar habitualmente desplegado en Jerusalén Este. Haaretz cita fuentes del Gabinete de Seguridad que anticipan un despliegue de unidades militares del Comando Central (tropas israelíes en Cisjordania) en la parte oriental de la Ciudad Santa, de donde proceden el 80% de los atacantes de la actual ola de violencia.

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Frente a los dirigentes judíos más radicales, que propugnaban sellar completamente los accesos a los barrios de Jerusalén Este para bloquear los movimientos de los agresores, el primer ministro se mostraba anoche partidario de implantar puestos de control en ese perímetro de la ciudad. Si se confirman estas propuestas, la escenografía de la ocupación israelí en Cisjordania se trasladará a una gran parte de la urbe que el Estado judío considera su capital, y que se anexionó en 1980 tras conquistarla en la guerra de 1967.

La sociedad israelí, conmocionada después de dos semanas de violencia, le exigía al líder del Likud una respuesta contundente tras la muerte de siete israelíes en ataques que han causado también medio centenar de heridos. En el campo palestino han muerto 30 personas, entre ellas una docena de los considerados agresores, abatidos a tiros por las fuerzas de seguridad en el acto, y se contabilizan 1.400 heridos.

En un clima de inseguridad sin precedentes en una década, los accesos a Jerusalén Este permanecieron cortados en la mañana de ayer durante varias horas por puestos de control improvisados montados por el Ejército. Las colas de vehículos para acceder a Ramala, la capital administrativa de Cisjordania por el paso de Qalandia, se prolongaban durante varios kilómetros. Jóvenes, casi niños, se manifestaban al otro lado del muro de separación mientras quemaban neumáticos y tiraban piedras a las patrullas policiales. Un muchacho murió en Belén por disparos de los soldados y varias decenas de personas resultaron heridas en enfrentamientos en Gaza y Cisjordania.

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El atentado palestino más grave registrado se produjo en el barrio de Armon Hanatziv, en Jerusalén Este, en una zona colindante con el distrito de Talpiot de la parte oeste de la ciudad. Dos jóvenes palestinos, uno de ellos armado con una pistola y el otro con un cuchillo, mataron a dos viajeros israelíes e hirieron a una docena. Uno de los agresores fue abatido a tiros por la policía, que dejó gravemente herido al otro.

El otro atentado, con una víctima mortal y al menos cuatro heridos, se produjo en el centro de Jerusalén, en el barrio ultraortodoxo judío de Mea Sharin, cuando un conductor palestino atropelló a toda velocidad con su vehículo a varias personas antes de atacarlas con un puñal. Los disparos de la policía le quitaron la vida. 

Aprimera hora de la mañana, un israelí fue herido en un apuñalamiento ocurrido en Raanana (norte de Tel Aviv). El agresor fue retenido y apaleado por un grupo de ciudadanos, que lo dejaron malherido. Poco después, otro palestino atacó a dos judíos en la misma población antes de ser reducido por un conductor, que le golpeó con su coche.

El movimiento islamista Hamás aplaudió estas agresiones. “Hamás bendice los heroicos ataques ocurridos esta mañana en la Palestina ocupada”, se oía ayer por los altavoces de mezquitas en Gaza, informa Efe.

El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, aseguró en Ramala que los palestinos “tienen derecho a defenderse”, en medio de la oleada de violencia que vive la zona, y denunció las “ejecuciones extrajudiciales de niños palestinos” por parte de Israel. Erekat ha anunciado que llevará los casos de los jóvenes muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes ante la Corte Penal Internacional.

La “jornada de la ira” fue convocada por varios movimientos palestinos contra el aumento de visitas de judíos a la Explanada de las Mezquitas, situada en el territorio ocupado de Jerusalén Oriental. El recinto alberga, además de Al Aqsa, mezquita considerada como el tercer lugar sagrado del islam, los restos de los templos bíblicos judíos.

Huelga de los árabes israelíes

Miles de árabes israelíes —los palestinos que permanecieron en Israel tras la partición del territorio bajo administración británica en 1947—, secundaron ayer una huelga general de forma paralela al “día de la ira” convocado en Cisjordania y Jerusalén Este.

El Comité Árabe, que dirige la movilización, aseguró a la agencia France Presse que la mayoría de las escuelas y comercios de las poblaciones árabes cerraron sus puertas. Las protestas se han reproducido este octubre en Jaffa (sur de Tel Aviv), Lod (centro) y Nazaret (norte). Miles de personas se concentraron ayer en Sajnin (norte), con banderas tricolores palestinas y kufiyas, el pañuelo tradicional, para corear consignas contra la discriminación de la minoría árabe, que representa cerca del 18% de la población israelí.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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