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Un ataque golpea un gasoducto clave en el sureste de Turquía

Un gendarme y tres militantes del PKK fallecen en nuevos enfrentamientos

Andrés Mourenza
Manifestante durante las protestas llevadas a cabo en Estambul tras los ataques.
Manifestante durante las protestas llevadas a cabo en Estambul tras los ataques. ULAS YUNUS TOSUN (EFE)

Nueva noche de violencia en Turquía: militantes supuestamente pertenecientes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) lanzaron una decena de ataques contra las fuerzas de seguridad e instalaciones civiles, incluida una emboscada que acabó con la vida de un comandante local de la Gendarmería. En la provincia de Agri, fronteriza con Irán y Armenia, presuntos guerrilleros kurdos quemaron un camión y atacaron un gasoducto que suministra al país de gas iraní.

“La explosión causó un incendio (en la tubería). Pero logramos apagarlo pronto. El transporte de energía se reanudará en cuanto la tubería sea reparada”, informó el Ministerio de Energía turco en un comunicado. El gasoducto satisface un 18% de la demanda de gas turca.

También en Silvan, Erçis, Sirnak y otras localidades del sudeste kurdo del país, se produjeron ataques atribuidos al PKK contra puestos del Ejército, la Policía y la Gendarmería, aunque sin víctimas. En la localidad de Cizre, fronteriza con Siria, un hospital público fue atacado con armas de fuego por unos desconocidos.

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Arslan Kulaksiz, comandante de la guarnición de Malazgirt (este de Turquía), regresaba en la tarde de ayer a su hogar cuando el coche en el que viajaba junto a su mujer e hijos fue tiroteado por la “organización terrorista separatista”, según un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Kulaksiz resultó “gravemente herido” y falleció unas horas después en el hospital, mientras que su mujer fue herida en un brazo y los hijos escaparon indemnes.

En la provincia nororiental de Erzurum, miembros del grupo armado kurdo atacaron con armas de largo alcance un puesto de mando de la Gendarmería y, en el combate que se entabló tras responder los uniformados turcos, murieron 3 miembros del PKK, según la agencia de noticias IHA. En Van (este de Turquía), un blindado militar fue atacado y un soldado resultó herido y hubo de ser hospitalizado.

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El PKK anunció el fin de su alto el fuego unilateral el pasado 12 de julio y el sábado pasado, tras el bombardeo turco de sus bases en el norte de Irak, dijo que “no hay razones” para una tregua, llamando a “incrementar la lucha” contra el Gobierno islamista moderado de Turquía, al que acusa de apoyar al Estado Islámico (EI).

Entrevistado en el programa de Christiane Amanpour de CNN, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo anoche que las operaciones contra el grupo kurdo continuarán del mismo modo que contra el Estado Islámico: “Esta guerra no es contra los kurdos sino contra el PKK (…) y todo tipo de terrorismo”.

Por otro lado, las redadas policiales contra las células del EI, el PKK y el grupo armado izquierdista DHKP-C continuaban esta mañana en diversas provincias, después de que, hasta ayer, 1050 personas hubiesen sido detenidas. Al amanecer de hoy, la policía penetró en el barrio Keçiören de Ankara en busca de yihadistas, después de que ayer actuase contra una importante red de captación en el también barrio capitalino de Haci Bayram. Sin embargo, los medios kurdos de Turquía –la mayor parte de los cuales han sido censurados por orden del Gobierno- se quejan de que el grueso de las detenciones corresponde a militantes kurdos e izquierdistas.

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