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Los negociadores del acuerdo nuclear incumplen un segundo plazo

La discrepancias con Rusia por el embargo de armas a Irán prolongan el pulso en Viena

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, prevé quedarse en Viena para seguir negociando con el secretario Kerry y el iraní Zarif
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, prevé quedarse en Viena para seguir negociando con el secretario Kerry y el iraní ZarifJOE KLAMAR (AFP)

Las negociaciones entre las potencias mundiales e Irán se prolongarán más allá de la fecha límite fijada en la medianoche del martes. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció en Viena que, ante las dificultades para redactar la versión final del acuerdo y los momentos tensos en el diálogo, los negociadores se tomarán todo el tiempo necesario, horas o días, para alcanzar un acuerdo que impone límites a las actividades nucleares iraníes a cambio de levantamiento de las sanciones internacionales.

La negociación es ahora un juego de expectativas. La fecha es un arma negociadora. Las prisas pueden ser una muestra de debilidad. Nadie quiere mostrarse presionado.

“Las cosas van bien”, dijo un diplomático iraní a EL PAÍS en Teherán. “Aunque nosotros no tenemos ningún límite [temporal], entre hoy y mañana las cosas estarán más claras. No creo que haya falta de llegar hasta el jueves”.

No hay fecha límite, dicen portavoces de varias delegaciones. El nuevo límite es el viernes, sugieren los norteamericanos. En términos diplomáticos, en Viena se ha parado el reloj.

El problema, en la fase final de la negociación, no son solo las divisiones entre la llamada comunidad internacional e Irán, sino entre los mismos países del grupo P5+1, es decir, los cinco miembros con derecho de veto (y arma nuclear) en el Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania y la Unión Europea. El embargo a la importación y exportación de armamento a Irán y el procedimiento para reinstaurar las sanciones de la ONU en caso de que Irán incumpla el acuerdo son motivo de disputa a última hora.

Moscú ve en el embargo armamentístico “un problema importante” en la negociación, en palabras del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. Washington sostiene que el levantamiento de las sanciones económicas a Irán —uno de los ejes del acuerdo— excluye el embargo a las armas convencionales y al programa de misiles balísticos.

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La discusión sobre el embargo, incluido en la resolución 1.747 del Consejo de Seguridad, refleja los nervios de las últimas horas. Todo es susceptible de volver a debatirse. En la negociación se mezclan demandas que van más allá del pacto nuclear.

El acuerdo de principios adoptado en Lausana el pasado abril contempla la redacción de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta resolución servirá para levantar las sanciones a Irán adoptadas por este organismo entre 2006 y 2010. Al mismo tiempo, debe reintroducir algunas medidas como el embargo armamentístico.

El embargo de armas no es una cuestión menor, aunque difícilmente se resuelva en Viena. Países aliados de EE UU, como Arabia Saudí e Israel, ven en Irán una amenaza, que se reforzaría si la ONU abriese las puertas a la venta de armas a este país. EE UU es reacio a dar este paso en un contexto de inestabilidad en Oriente Próximo e insiste en ceñir el acuerdo de Viena al programa nuclear.

El plazo inicial para alcanzar el acuerdo final era el 30 de junio. Después se aplazó al 7 de julio. Tras varias reuniones del grupo P5+1 (los cinco países con derecho de veto en la ONU más Alemania), la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció este martes que el nuevo plazo se incumplía y que las negociaciones seguirían unos días más. Ahora se baraja otra fecha: el 10 de julio.

Si el Congreso recibe el texto después del 9 de julio, el plazo de revisión se amplía a 60 días. La Administración Obama quería evitar acabar después del 9 de julio para reducir al máximo el tiempo de debate. Cuanto más tiempo, más posibilidades de que los oponentes del acuerdo planteen objeciones y reabran el debate.

Las medidas transitorias para aliviar las sanciones a Irán —adoptadas en 2013, cuando comenzaron las negociaciones— se prolongarán hasta el viernes, anunció en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf. La prolongación de estas medidas, que vencían este martes, evita que automáticamente se impongan nuevas sanciones a Irán mientras negocia con EEUU y la UE y da margen a los negociadores para seguir dialogando.

Kerry permanecerá en Viena junto a su homólogo iraní, Javad Zarif, y Mogherini.

"Francamente, nos preocupa más la calidad del acuerdo que el reloj", dice Harf en el comunicado, "aunque también sabemos que las decisiones difíciles no se harán más fáciles con el tiempo". "Por eso seguimos negociando", añade.

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