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Austria dice a los kosovares que no pierdan tiempo en pedir asilo

El incremento de la emigración desde el país balcánico alarma a los Gobiernos austriacos y alemán

María R. Sahuquillo
La ministra austriaca del Interior muestra un anuncio de su Gobierno en un periódico kosovar en el que se lee "No hay asilo en Austria", este viernes en Pristina.
La ministra austriaca del Interior muestra un anuncio de su Gobierno en un periódico kosovar en el que se lee "No hay asilo en Austria", este viernes en Pristina.V. XHEMAJ (EFE)

“No hay asilo en Austria”. Es el texto que se puede leer en enormes letras y a toda página en el diario Koha Ditore, el más importante de Kosovo. Es un anuncio del Gobierno austriaco avisando a los kosovares de que no lo tendrán fácil para ser recibidos en ese país. El incremento de la emigración desde Kosovo hacia Austria, Alemania y Hungría preocupa a los Gobiernos de estos países, que buscan mecanismos disuasorios para frenar un flujo incesante. En lo que va de año, más de 1.800 kosovares (la mayoría de origen albanés) han solicitado asilo en Austria, unos 8.000 en Alemania y más de 10.000 en Hungría, su puerta de entrada a la UE y donde la mayoría llega a través de Serbia.

La ministra austriaca de Interior, Johanna Mikl-Leitner, advirtió este viernes que a su Gobierno no le temblará el pulso para repatriar a aquellos que lleguen a su país sin permiso de residencia. “Tendremos un vuelo chárter cada dos semanas, y si es necesario dispondremos más aviones”, aseguró en una rueda de prensa en Pristina, donde está en visita oficial. La ministra afirmó también que Austria está buscando fórmulas para usar las vías terrestres para retornar a los sin papeles kosovares. “Tenemos que hablar con Serbia sobre ello”, añadió, según informa Reuters.

Un policía serbio pide la documentación a varios kosovares que tratan de cruzar la frontera con Hungría a pie, el 6 de febrero.
Un policía serbio pide la documentación a varios kosovares que tratan de cruzar la frontera con Hungría a pie, el 6 de febrero.M. DJURICA (REUTERS)

Desde finales de 2012, los kosovares pueden atravesar Serbia con su pasaporte sin necesidad de un visado —obligatorio para cruzar cualquiera de los 28 Estados miembros—, gracias a un acuerdo firmado entre Pristina y Belgrado para mejorar las relaciones de ambos países, tras el conflicto armado derivado de la declaración de independencia de Kosovo, en 2008. La complicada situación económica por la que atraviesa el pequeño país balcánico (1,8 millones de habitantes), donde más de un 35% de la población está en situación de desempleo y un 45% vive bajo el umbral de la pobreza, según datos del Banco Mundial, ha provocado una oleada migratoria que las autoridades kosovares ya definen como un “éxodo” y que tratan de contener con todo tipo de mensajes.

A esas advertencias se ha sumado ahora Austria. “Los traficantes [de personas] mienten: no habrá asilo por razones económicas en Austria. Por permanecer ilegalmente en Austria usted puede enfrentar una multa de hasta 7.500 euros”, dice también el anuncio en el diario Koha Ditore. Los grupos criminales que se dedican al tráfico de personas emplean cada vez de manera más habitual la ruta serbia hasta Hungría, según advierten las organizaciones humanitarias y de ayuda al refugiado. Por cruzar la frontera a través de los bosques húngaros (hasta ahora mucho menos vigilados que otros puntos fronterizos), las mafias pueden cobrar hasta 1.000 euros por persona.

Una vez en Hungría —donde no solo llegan kosovares, también sirios o afganos, según la ACNUR— tratan de llegar a Austria o a Alemania, que ha ofrecido una veintena de policías para colaborar en el control de las fronteras húngaras. La semana pasada, un responsable del Gobierno del Estado de Baviera —una de las zonas de mayor llegada—, Beate Merk, viajó a Pristina para tratar el asunto con las autoridades kosovares. Merk también acudió a la televisión nacional kosovar para difundir el mensaje disuasorio: “Todo el mundo en Kosovo debe saber que la ley no proporciona asilo en Alemania”, dijo, según recoge The Wall Street Journal.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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