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Holanda quita el pasaporte a dos familias que querían unirse al Estado Islámico

Son cuatro adultos que iban a viajar a Siria y tienen seis hijos menores en total, según la policía

Isabel Ferrer
Imagen de un vídeo de propaganda del Estado Islámico.
Imagen de un vídeo de propaganda del Estado Islámico.AFP

La policía holandesa ha requisado el pasaporte a dos familias completas, formadas por dos matrimonios presuntamente dispuestos a viajar a Siria para unirse a los yihadistas del Estado Islámico (EI). En conjunto, las parejas, residentes en Huizen (centro del país), tienen seis hijos menores, entre ocho meses y nueve años.

Es la primera vez que se adopta una medida de esta índole, enmarcada en el endurecimiento de la lucha antiterrorista recién acordada por el Gobierno de centroizquierda. El proyecto del ley al respecto será presentado en breve al Parlamento, y contempla la retirada de la nacionalidad a los ciudadanos que acudan a campos de entrenamiento terrorista, sea como aprendices o bien instructores.

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El Ejecutivo pretende así “evitar la radicalización de los jóvenes y las prédicas que promuevan el odio y el extremismo en el país”. La frase es del ministro de Justicia, Ivo Opstelten, que cifra en 33 el número de personas que ha perdido ya el pasaporte por querer formar parte de grupos terroristas. Treinta más se han quedado sin subsidio social o préstamos de estudio. En 22 casos adicionales se ha evitado que se unieran a Estado Islámico, pero otros 120 ciudadanos, la mayoría con doble nacionalidad, lucha hoy de ese lado en Oriente Medio. De estos últimos, al menos una treintena están de vuelta en suelo holandés, y son vigilados para que no recluten prosélitos a través de las redes sociales. Según la policía de Huizen, los cuatro adultos de las dos familias en cuestión “se encuentran bajo custodia”. Los niños, por su parte “han sido derivados a los servicios sociales para su acogida temporal”. En el registro de sus domicilios se han encontrado documentos “que demuestran su intención de abandonar en breve Holanda camino de Siria”, aseguran los agentes.

Aunque el proyecto legislativo no ha pasado aún la criba parlamentaria, la policía ha podido quedarse con el pasaporte porque el Gobierno ya había endurecido en los últimos meses las medidas para combatir el radicalismo islámico. En estos momentos, es posible perder la nacionalidad holandesa si un ciudadano se une a una organización terrorista, o bien a un Ejército extranjero involucrado en una guerra contra Holanda o uno de sus aliados. Dado que la mayoría de los presuntos terroristas tienen doble pasaporte, al perder solo el holandés no se convertirían en apátridas. Podrían, eso sí, ser expulsados del país.

Para los que regresen de un periplo en un país como Siria o Irak, habrá controles policiales de sus movimientos. “También se les podrá impedir que se pongan en contacto con grupos o personas consideradas radicales”, según fuentes de Justicia. La policía contará, a su vez, con un equipo especializado en rastrear Internet en busca de mensajes yihadistas. En cuanto a los jóvenes que quieran salir de la espiral de violencia, Justicia les facilitará la labor bajo condiciones estrictas.

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