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La semana de Chris Christie

EE UU se pregunta si el Gobernador de Nueva Jersey podría llegar a presidente siendo obeso El mandatario acudió al programa de David Letterman y bromeó sobre su exceso de peso

El gobernador de Nueva Jersey, durante su entrevista con David Letterman.
El gobernador de Nueva Jersey, durante su entrevista con David Letterman.CBS

Desde que el republicano Chris Christie fuera aspirante y ganase las elecciones a gobernador de Nueva Jersey en 2009 hasta los rumores sobre su posible candidatura en unas presidenciales, sus cualidades políticas siempre han ido asociadas a una pregunta: ¿es su sobrepeso un obstáculo?

Christie, de 50 años, ha lidiado con estos comentarios mediante una estrategia que varía, según la ocasión, entre sumarse a las bromas acerca de su sobrepeso, ignorar el asunto para restarle importancia o deslegitimar cualquier duda sobre el efecto que pueda tener en su calidad como gobernador. Cuando aumentan los rumores sobre su posible candidatura a la presidencia en 2016, cuando hay más cámaras, más micrófonos y más focos a su alrededor, Christie es capaz desde zamparse un donut durante una entrevista en televisión hasta zanjar una polémica con un claro “cierra la boca”.

El gobernador republicano, uno de los políticos de su partido de mayor carisma y con mejor aceptación entre los ciudadanos, nunca ha rehuido la conversación sobre su peso. En 2012,  reconoció ante Oprah Winfrey que intenta adelgazar desde hace treinta años a pesar de que considera estar “perfectamente sano”. También admitió que “los médicos me han dicho que mi suerte se va a acabar relativamente pronto” y que “estaría mucho más sano si no tuviera sobrepeso”.

Christie ha protagonizado -y ha sido víctima- de decenas de chistes en los ‘Late Night Shows’. Pero, acostumbrado a reírse de sí mismo, esta semana decidió participar en la fiesta. Acudió al programa de David Letterman. No cabía en el sillón, pero envió un mensaje, está bien, se puede hablar abiertamente de su sobrepeso. Contestó algunas preguntas, sacó un donut del bolsillo y mordió. “No pensé que esta entrevista fuese a durar tanto”, bromeó mientras Letterman le acercaba una servilleta.

El episodio se suma a la larga lista de ocasiones en las que Christie ha contestado a una polémica con el lenguaje de cualquier ciudadano en las calles de ‘Jersey’. Pero cuando parecía que el gobernador se había adueñado de la polémica, reivindicando su derecho a tratar su gordura como un asunto personal y privado que no merece la atención pública, Christie debía entrar de nuevo en escena. La que fuera doctora de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton aseguró en CNN que estaba preocupada porque Christie, en el caso de acceder a un cargo de tanta presión como la presidencia, “se puede morir durante su mandato”.

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El gobernador acudiría después a una rueda de prensa sobre los avances en la recuperación tras el paso del huracán Sandy, que afectó especialmente al Estado de Nueva Jersey, y allí su peso volvió a robar la atención. “Me parece fascinante que una doctora de Arizona que ni me conoce ni sabe mi historial médico pueda hacer un diagnóstico a miles de kilómetros de distancia, debe ser un genio”, contestó Christie. “Cuando llegué a casa mi hijo de doce años me preguntó si me voy a morir. Esa señora debería cerrar la boca”.

A diferencia de otros políticos, Christie no ha publicado nunca los informes médicos sobre su salud y en 2011 estuvo hospitalizado durante varias horas por un ataque de asma del que culpó al calor y la humedad. Tampoco ha revelado si su sobrepeso está relacionado con otra afección médica o no.

El gobernador cuenta con el apoyo del 90% de los votantes republicanos de su Estado, así como el 75% de los independientes y el 62% de los demócratas, según una encuesta reciente. Su aprobación se ha visto reforzada además por su gestión tras el huracán Sandy. Entonces, la periodista Barbara Walters le preguntó si su peso había representado algún problema. Christie presumió de haber trabajado turnos de 18 horas durante varias semanas y de “levantarse cada día dispuesto a volver a empezar”.

Hay quien ha pedido el fin de esta conversación criticando la insensibilidad de un debate sobre si Christie está gordo o no. Otros aluden a la oportunidad, tanto personal como política, que puede aprovechar el gobernador si con su iniciativa para perder peso lidera a un país en el que dos tercios de sus ciudadanos tienen problemas de peso y uno de cada tres son obesos.

Desde personalidades de la televisión como Winfrey hasta candidatos a la presidencia de Estados Unidos, como el exgobernador de Arkansas, Mike Huckabee, han convertido su lucha contra el sobrepeso en una campaña de relaciones públicas. Su afán de superación y esfuerzo, seguir una dieta o hacer ejercicio -Huckabee acabó corriendo una maratón después de perder 45 kilos- inspiró a decenas de personas a seguir su ejemplo. Una estrategia que bien podría servir a Christie si finalmente lanza una campaña presidencial.

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