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Libia vota bajo la sombra de la división y en medio de sabotajes

La histórica jornada se vive en júbilo en Trípoli y con incertidumbre en Bengasi, donde la afluencia es aún tímida por temor a los ataques a colegios electorales

A libyan woman uses her Ipad to take pictures of people lining up to vote at a polling station in Tripoli on July 7, 2012 during Libya's General National Assembly election. Voters queued up at polling stations across Libya keen to take part in the country's first national election after more than four decades of dictatorship. AFP PHOTO/GIANLUIGI GUERCIA
A libyan woman uses her Ipad to take pictures of people lining up to vote at a polling station in Tripoli on July 7, 2012 during Libya's General National Assembly election. Voters queued up at polling stations across Libya keen to take part in the country's first national election after more than four decades of dictatorship. AFP PHOTO/GIANLUIGI GUERCIAGIANLUIGI GUERCIA (AFP)

En las primeras horas de la histórica jornada electoral que se celebra este sábado en Libia, la primera desde 1964, el júbilo desbordado de los habitantes de Trípoli, en el oeste, contrastaba con la incertidumbre mostrada por los votantes de Bengasi.

La Comisión Electoral ha asegurado que casi un centenar de los 1.554 colegios electorales no han podido abrir por culpa de sabotajes. "El 94% de los colegios están abiertos" ha declarado el presidente de la comisión, Nuri al Abbar, informa France Presse.

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En la capital del país, numerosos vehículos recorren los barrios de la ciudad con banderas y tocando el claxon para festejar las elecciones al Consejo Nacional General, que sustituirá al actual Consejo Nacional de Transición, máxima autoridad del país desde el estallido de las revuelta popular armada que acabó con el régimen de Muamar al Gadafi.

Al igual que ocurrió cuando comenzó el levantamiento que expulsó a las fuerzas de Muamar el Gadafi de Trípoli, las mezquitas de la ciudad e incluso los colegios electorales, comenzaron a gritar al unísono "Allahu Akbar" (Dios es grande), para alentar a los habitantes a acudir a votar.

Tras ejercer su derecho al sufragio, el primer ministro transitorio, Abderrahim al Kib, aseguró que las elecciones "se están llevando a cabo de manera extraordinaria, aunque con alguna excepción".

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Al Kib, que depositó su voto en la céntrica escuela tripolitana de Ali Aurit, subrayó que "los libios sorprenderán al mundo" con estas elecciones e indicó que la situación de seguridad "es estable y está bajo control".

Sin embargo y a pesar del gran despliegue de seguridad, el ambiente festivo que se vive en la capital contrasta con la situación en Bengasi, la segunda ciudad del país, y en otras localidades del este del país, donde se han producido varios agresiones contra centros electores, que han forzado a suspender momentáneamente las elecciones en las localidades de Ajdabiya y Brega.

Según una fuente de seguridad de Bengasi, grupos de libios defensores del federalismo, que consideran que el este del país estará infrarrepresentado en la asamblea legislativa que se elige , y algunos islamistas radicales irrumpieron en varios centros de voto y quemaron o robaron las urnas, poco después de la apertura de los colegios.

Un fuente de seguridad de Ajdabiya precisó posteriormente que la votación se había reiniciado en toda la ciudad, excepto en dos escuelas.

Asimismo en Bengasi, donde la participación durante las primeras horas de la jornada ha sido tímida debido al temor a que se produzcan ataques contra los centros de voto, según precisó una fuente de seguridad, un grupo de hombres armados irrumpió a tiros en un colegio electoral y se llevó las urnas y las papeletas.

La fuente agregó que los votantes del colegio agredido denominado Al Aluiya, han sido transferidos a un centro cercano.

Por otra parte, la televisión estatal ha informado de que en la circuncripción de Al Wahat, situada en el sureste, todavía esperan la llegada de las urnas para poder abrir los colegios.

Asimismo en la localidad de Torka, a 70 kilómetros al este de Bengasi, también se han cerrado temporalmente los colegios debido a varias agresiones.

Desde el pasado marzo, numerosas voces se han levantado en la región de la Cirenaica (este) a favor de una Libia federal y en contra de lo que consideran una marginación política de Bengasi, que fue capital rebelde durante los ocho meses que duró el levantamiento popular.

Desde hace dos días grupos de manifestantes mantienen cerrados varios puertos petroleros en la región de Brega para exigir un reparto más equitativo de los 200 escaños del Consejo Nacional General.

Casi tres millones de libios escogerán entre 4.000 candidatos a los 200 miembros de la Constituyente. Ochenta de los parlamentarios serán elegidos en listas de partidos políticos y 120 serán ciudadanos independientes. Cien escaños corresponden a la región de Tripolitania (oeste), 60 a Cirenaica (este) y 40 a Fezzan (sur).

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