El Gobierno israelí y Hamás negocian para frenar la escalada violenta

Egipto mantiene un pulso diplomático con Israel. Pero a la vez intenta mediar entre el Gobierno israelí y Hamás para conseguir un alto el fuego, después de tres días de hostilidades. El embajador egipcio ante la Autoridad Palestina, Yaser Otman, ha afirmado que negociaba con unos y otros y que ya existía "un principio de acuerdo" para que cesaran tanto "las agresiones israelíes contra Gaza" como el lanzamiento de proyectiles desde la franja.

La violencia, sin embargo, prosigue. Un israelí ha muerto y otros tres han resultado heridos de gravedad en un ataque palestino con varios cohetes contra la ciudad israelí de Beer Sheva. Además, tres personas han resultado gravemente heridas en Ashdod a causa de la explosión de un cohete. Según fuentes israelíes, los tres heridos eran palestinos de Gaza que trabajaban ilegalmente en una granja israelí. Fue un sarcasmo trágico.

Igual que fue sarcástico el anuncio efectuado hace dos días por las Brigadas Ezedín el Kassam, el grupo armado vinculado a Hamás, acerca del fin de la "tregua" establecida con Israel desde el devastador ataque sufrido por el territorio palestino en diciembre de 2008 y enero de 2009. La supuesta tregua no evitó frecuentes ataques mutuos en los que Gaza siempre se llevó la peor parte. Desde las operaciones terroristas ejecutadas el jueves por milicianos palestinos en territorio israelí, lo único que ha cambiado es la intensidad de la violencia.

Siete personas han muerto en Gaza por los bombardeos israelíes desde el jueves, además de varios bombardeos adicionales sin que, por el momento, hubiera noticia de víctimas.

El cohete Grad que ha caído en la granja de Ashdod y ha herido a tres jornaleros palestinos ha sido reivindicado por las Brigadas An Nasser al Saladín, brazo armado de los Comités de Resistencia Popular, a su vez uno de los grupos armados que orbitan en torno a Hamas. Un portavoz de las brigadas ha declarado que los misiles constituyen una represalia por los bombardeos israelíes que el jueves mataron al jefe de la organización y a cuatro de sus principales dirigentes. Los bombardeos israelíes también eran una represalia por los atentados perpetrados el mismo jueves por los Comités de Resistencia Popular, con el resultado de ocho muertos, seis de ellos civiles.

Las ciudades de Ashdod, Beersheva y Ashkelon, cercanas a Gaza, han sufrido en las últimas horas más de 40 impactos, en su mayoría de mortero, y las sirenas de alarma han sonado durante toda la jornada. Además de los tres jornaleros se han registrado siete heridos leves en distintos lugares. Todos los actos públicos, desde conciertos a partidos de fútbol, han quedado suspendidos en la zona y las autoridades han recomendado a los ciudadanos que permanezcan en sus casas o en lugares seguros y mantengan sintonizada la radio por si se produjera una alarma general.

El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, ha avivado la tensión acusando a la Autoridad Palestina, dominada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y con sede en Ramala, de ser "responsable" de los ataques lanzados desde Gaza por Hamás y sus satélites. "La Autoridad Palestina", ha dicho, "glorifica el terrorismo y fomenta el odio a Israel".