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El presidente de Sudán visita Darfur por primera vez desde su orden de arresto

Omar Hasan asegura que negoció con Occidente la vuelta de las ONG extranjeras a cambio de la retirada de la orden de detención dictada contra él por la Corte Penal Internacional

El presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, ha llegado este domingo a Darfur en su primera visita a la región después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto contra él dictada por la Corte Penal Internacional (CPI) por los supuestos crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en esta parte del oeste del pais africano.

Al Bachir, vestido con traje de chaqueta y con un bastón de mando, saludó a sus seguidores desde un coche descapotable en un breve paseo por el centro de la ciudad de Al Fasher. Después, bajó del vehículo y bailó en un escenario montado a propósito de la ocasión al ritmo de música tradicional sudanesa y varias canciones de condena a la orden de detención y de apoyo al presidente.

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En un discurso ante sus seguidores el presidente sudanés ha asegurado que que Occidente ha negociado con el país africano para que permita el regreso de las organizaciones extranjeras expulsadas, a cambio de retirar la orden de arresto contra él. "Los países occidentales han regateado con el Gobierno para que permita el regreso de las trece organizaciones que expulsó Jartum, a cambio de la suspensión de la orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI)", ha declarado Al Bachir en Darfur. El presidente sudanés ha anunciado que su país rechaza esta propuesta, y ha pedido "la anulación y no la suspensión" de la decisión de la CPI.

Al Bachir ha acusado, además, a esos grupos de operar como "espías" y de no cumplir los acuerdos firmados con el Gobierno, ya que, según él, han funcionado como "instrumentos de países occidentales", que querían influir en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, previstas para este año.

Según el líder sudanés, en Darfur trabajan 118 organizaciones extranjeras que reciben 2.000 millones de dólares al año para el desarrollo de la región, de los cuales sólo gastan cien millones de dólares. "A partir de ahora, no vamos a permitir que eso ocurra y estamos dispuestos a cubrir el vacío (económico), si se retiran todas las organizaciones (extranjeras)", ha agregado Al Bachir.

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Con la orden de detención de la CPI, el gobernante sudanés se ha convertido en el único jefe de Estado en ejercicio cuya detención es requerida por un tribunal internacional. El conflicto de Darfur, que estalló en febrero del 2003, ha causado unos 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados, según datos de la ONU.

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