Siete policías iraquíes y cuatro soldados de EE UU mueren en varios ataques en Irak

Al menos seis miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes han muerto hoy en varias explosiones de bombas ocurridas en las ciudades de Bagdad y Baquba, al tiempo que continúa el goteo de muertes entre las tropas estadounidenses con el fallecimiento de cuatro soldados.

La explosión del coche bomba en un control de carretera levantado al norte de la pequeña localidad de Baquba ha causado la muerte a cuatro efectivos de la Guardia Nacional iraquí. En el ataque, perpetrado por un terrorista suicida contra el control de seguridad levantado en Sabtiyah, a unos tres kilómetros de Baquba, han resultado heridos otros seis guardias, dos de ellos de extrema gravedad, según ha indicado el capitán de la Policía local, Ahmed Shaker. El capitán Shaker ha explicado que el conductor, cuyo cuerpo ha sido despedazado por la deflagración, ha detonado la carga explosiva antes de que los guardias procedieran a inspeccionar el vehículo.

Los heridos han sido conducidos al hospital general de Baquba por las tropas de EE UU que, apoyadas por la policía nacional, han acordonado esa zona del "triángulo suní" poco después de producirse la explosión, hacia las 14.30 hora local (12.30 en la España peninsular). El ataque al control se ha producido casi una semana después de que el centro de reclutamiento de la policía en Baquba fuera escenario de la explosión de un coche bomba, que dejó 70 muertos y cerca de 60 heridos, la mayoría iraquíes que guardaban cola para presentar la solicitud de ingreso en el cuerpo.

Un coronel iraquí, asesinado

Baquba, a unos 60 kilómetros al noroeste de Bagdad, es uno de los principales focos de los ataques cometidos por insurgentes. En la capital del país, varias explosiones han despertado a buena parte de sus residentes. A primeras horas de la mañana, una bomba colocada en el arcén de una calle situada en la barriada de Al Washash, al oeste de la capital, ha estallado al paso del vehículo oficial en el que viajaba el jefe de la comisaría de Policía del distrito de Al Mansur, el coronel Moahmad Mahmoud Bashar, y dos sargentos de su escolta.

El coronel Moahmad y uno de los dos suboficiales que lo protegían han muerto a causa la deflagración, mientras que el tercer policía ha quedado ingresado en estado crítico en el hospital Yarmouk, según fuentes médicas. La deflagración que ha causado la muerte de los dos policías ha tenido lugar casi una hora después de que otra explosión sacudiera a las 6.49 hora local (4.49 hora española) la zona centro de la capital iraquí, sin causar víctimas. Mientras tanto, en la ciudad de Mosul, al norte del país, un oficial de policía ha muerto y dos agentes han resultado heridos al ser alcanzados por disparos efectuados por un grupo de desconocidos contra un puesto de vigilancia.

Con la violencia en alza, dos soldados estadounidenses perdieron la vida anoche cuando el vehículo militar en el que patrullaban Bagdad fue alcanzado por una bomba casera, y otros dos militares de esa misma nacionalidad fallecieron a causa de las heridas sufridas en un combate con insurgentes registrado en la provincia de Anbar, al oeste de la capital. En un comunicado aparte, el mando militar ha informado de que un quinto soldado ha muerto hoy en una acción no violenta, con lo que asciende a más de 910 el número de efectivos estadounidenses que han perdido la vida en Irak desde el comienzo de la guerra.