Comparte con Gravity no solo la fotografía de Emmanuel Lubezki, sino también una extraña y sofocante belleza y un final que deja volar la imaginación, así que a pesar de estar rodada en Broadway y tratar el mundo del teatro, creemos que el director de Amores perros, punto de partida del nuevo cine mexicano, juega la carta de una fantasía sólo posible al sur del Río Bravo.