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Vivir es fácil con los ojos cerrados

David Trueba apuesta por las grandes revoluciones de los hombres más sencillos, la gente sin nombre. ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, a pesar de su calidez y su melancolía, no esconde la oscuridad del franquismo. Pero incluso en esas sombras, algunos irradiaban luz. En este filme, un profesor que, en los años sesenta, enseña inglés a sus alumnos con canciones de los Beatles y, emocionado, viaja a Almería a conocer a John Lennon. Ternura, que no baboseo.

A favor

De corazón, por

Historias sencillas de gente irrelevante, frente a esos supuestos personajes grandiosos que creen cambiar el mundo. No, los verdaderos artífices de los cambios son la gente sin nombre...

Como los de Vivir es fácil con los ojos cerrados, ese filme generoso y cálido, esa comedia algo melancólica que pone el acento en los maestros silenciosos e imprescindibles. Protagonizada por un espléndido Javier Cámara, Vivir es fácil con los ojos cerrados rebusca en la historia real –la de un profesor que, en los años sesenta, enseñaba inglés a sus alumnos con canciones de los Beatles y que viaja a Almería a conocer a John Lennon- para hacer un delicioso viaje en compañía de una joven embarazada (Natalia de Molina), perdida y acorralada, y un adolescente (Francesc Colomer) que se ha escapado de casa huyendo de las directrices familiares. Se nota el corazón que David Trueba ha puesto en la película, la ternura con la que habla de algo que uno capta que es esencial para él. Y el director lo explica y habla de esos recuerdos de infancia cuando uno de sus hermanos mayores se escapó de casa durante tres días y su madre lloraba en silencio, pero también de esa admiración por la figura de los maestros, como si de un acto de justicia se tratara. Vivir es fácil con los ojos cerrados combina el lirismo y la ternura con la valentía y la ausencia de miedos ante el mundo. X
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En contra

Jarro de agua fría, por

Resulta realmente difícil irritarse con una película como Vivir es fácil con los ojos cerrados, que cuenta, como eficaz airbag contra todo violento envite crítico, con un trío protagonista que no sólo derrocha carisma, sino que...

encarna, en pretérito, un eficaz espejo capaz de reflejar vigentes actitudes de resistencia en nuestro presente: un docente idealista, una joven madre acosada por la moral y un adolescente cargado de curiosidad que su entorno sanciona como rebelde. No obstante, no es menos sencillo encontrar argumentos para discutir su nominación a Mejor Película. Al igual que en su anterior trabajo, David Trueba utiliza una microhistoria –en este caso, de base real- del pasado para rastrear líneas de continuidad con la España de hoy. Si Madrid 1987 era un valiente y libre trabajo de guerrilla, Vivir es fácil… parece un nostálgico paso atrás, a una vieja metodología de hacer las cosas y, quizá por eso, la mirada del cineasta se reblandece. Hay exceso de ternura algo mal manejada, nostalgia de postal y una construcción demasiado artificiosa en esta potencial mezcla de western, road-movie y comedia costumbrista que podría ser más que la suma de sus partes. El conjunto se queda en jarro de agua fría para quienes creyeron que Madrid 1987 abría un nuevo y estimulante capítulo en la carrera de su director.X
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Entrevistas

6 Goyas

7 Candidaturas

  • Película

    Vivir es fácil con los ojos cerrados

  • Director

    David Trueba

  • Actor protagonista

    Javier Cámara

  • Actriz revelación

    Natalia de Molina

  • Guion original

    David Trueba

  • Música original

    Pat Metheny

  • Diseño de vestuario

    Lala Huete