_
_
_
_
_

Diez razones para hacer las maletas en 2017

Y un calendario con un destino ideal para cada mes del año

Paisaje de lava y musgo en Eldhraun, en Islandia.
Paisaje de lava y musgo en Eldhraun, en Islandia. Getty Images

Momento Islandia

En sus Cartas desde Islandia, el escritor W. H. Auden incluye un poema que dice: “Los amantes han vivido durante tanto tiempo con gigantes y elfos que nunca volverán a creer en su propio tamaño”. Esa es la fantástica distorsión que provoca Islandia, gracias a su naturaleza de cráteres, glaciares, géiseres, coladas y plantas rastreras junto a ríos que caen sobre los cortados volcánicos en cascadas sobrecogedoras como Svartifoss, Selfoss, Dettifoss (la más caudalosa de Europa) o Skógafoss. Desde noviembre, Norwegian vuela desde Madrid (también opera vuelos desde Barcelona, Lanzarote o Fuerteventura) a partir de 118,50 euros ida y vuelta.

Telas de colores en el mercado de Chichicastenango (Guatemala).
Telas de colores en el mercado de Chichicastenango (Guatemala).Kelly Cheng

Alucinando en colores

En Guatemala, la historia está escrita con hilos de colores. Una explosión de cromatismo y plasticidad que se refleja en las vistosas vestimentas mayas e inspiran rutas turísticas. Huipiles (camisas), fajas, morrales, listones (cintas largas para recoger el pelo), cortes (faldas) que se pueden ver en los mercados indígenas de Chichicastenango, Antigua, Santiago Atitlán, Panajachel o San Pedro de la Laguna. Textiles de vivísimos colores, tejidos a mano en telares artesanos, con urdimbres, bordados, motivos y texturas diferentes para cada región y pueblo. Las leyendas mayas dicen que fue la diosa luna Ixchel la que instruyó a las mujeres en el arte de tejer, una tradición que se remonta a la época precolombina y perdura en los diseños de moda contemporáneos y en las rutas de turismo creativo que organizan varias agencias locales. Llantzer, por ejemplo, propone un viaje de 10 días que, además de visitas a ciudades y mercados, incluye talleres de telares tradicionales y técnicas de teñir hilo. / I. M.

Hamacas montadas una encima de otra.
Hamacas montadas una encima de otra.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

¡Adiós, suelo frío!

Alguna vez ha perdido la paciencia buscando una parcelita lo suficientemente llana para plantar su iglú de nailon? Estas tiendas-hamaca proponen alejarse del suelo para aislarse de todo, y de todos —serpientes y otros bichitos incluidos—, para disfrutar de veladas tranquilas en plena naturaleza. Existen en varios formatos, cubiertos o sin cubrir, y solo necesitan tres puntos de sujeción. Se montan en cuestión de minutos y, como necesitan los árboles, han decidido revertir parte de sus ganancias en el medio ambiente: la firma Tentsile asegura que por cada tienda vendida planta tres árboles. La doble hamaca sin techo cuesta 138 euros; los modelos tipo tienda, desde 320 euros. / J. P.

El Museo de las Tradiciones de Hangzhou, de Kengo Kuma.
El Museo de las Tradiciones de Hangzhou, de Kengo Kuma.

Cinco razones para viajar a Hangzhou

A 190 kilómetros de Shanghái, la ciudad china ha atrapado todas las miradas por su nuevo Museo de las Tradiciones chinas. Su lago del Oeste, con orillas brumosas donde crecen sauces, melocotoneros y magnolios. Al sur del lago se alza la pagoda de las Seis Armonías, de 60 metros de altura. También es famoso su té verde, en especial el del sello West Lake Dragon Well, cultivado en la vecina Longing y considerado el mejor de China. El Museo Nacional del Té ofrece interesante información sobre sus variedades y cultivo.

La carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien), en Noruega.
La carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien), en Noruega.

Cinemascope desde la ventanilla del coche

La carretera del Atlántico (Atlanterhavsveien, en noruego), que une las ciudades de Molde y Kristiansund, en la costa occidental de Noruega, va saltando de islote en islote en un espectacular recorrido de nueve kilómetros a través de ocho puentes –el de Storseisundet, el más largo de todos, mide 260 metros– que trazan asombrosas curvas sobre el mar. Su construcción empezó en 1983 y se tardaron seis años en terminar las obras. 

The Lowline Lab, en Nueva York.
The Lowline Lab, en Nueva York.

Nueva York: Arriba y abajo

Mientras sobre la vía elevada de una vieja línea de tren el High Line cumplirá pronto ocho años, en el Lower East Side de Manhattan está brotando otro jardín, esta vez subterráneo. La vieja estación de trolebús del puente de Williamsburg, abandonada en 1948 con el fin de este tipo de transporte en Nueva York, es el lugar elegido para el Lowline. Se trata de un jardín subterráneo que recibe la luz solar a través de un complejo sistema de espejos. Por ahora solo es un proyecto (que aspira a convertirse en realidad en 2021). Pero hasta marzo de 2017, el Lowline Lab (en el 140 de Essex Street) adelanta una muestra de cómo podría ser.

Un libro: como Kate Moss

¿Qué destinos les gustan a Kate Moss, Eddie Redmayne, Kate Winslet o Sebastian Faulks? Lo cuentan ellos mismos en el libro Chic Stays: Condé Nast Traveller’s Favourite People on Their Favourite Places (estancias chic: la gente favorita de Condé Nast Traveller’s en sus sitios favoritos). www.assouline.com

Restaurante del hotel La Granja, en Ibiza.
Restaurante del hotel La Granja, en Ibiza.

Pon un granjero en tu vida

Cultivar el campo, pero también el espíritu. Esta es la doble propuesta de La Granja Ibiza, un exquisito hotel agrícola de diseño en el interior de la isla balear. Además de tardes junto a la piscina, nueve habitaciones y una casita-bungaló separada, ofrecen talleres de yoga, meditación, fiestas con DJ, bar de cócteles y cenas con el granjero, Andy Szymanowicz, quien despliega sus conocimientos del cultivo orgánico ante los comensales. 

Un gadget: mi pinganillo me traduce

Un invento que podría convertirse en el mejor amigo de muchos viajeros. Waverly Labs ha creado un traductor simultáneo electrónico, en forma de auricular, capaz de traducir una conversación en inglés, francés, español, italiano o portugués. Funciona con app y cuesta 181 euros.

Playa en la isla mozambiqueña de Bazaruto.
Playa en la isla mozambiqueña de Bazaruto.

Sorpresa africana

¿Un destino por descubrir? Ese bien podría ser Mozambique, un país alejado de los mapas más turísticos que concentra, sin embargo, algunos de los paisajes más bellos del continente africano. Un baño en las aguas turquesas del océano Índico en alguna de las playas a lo largo de sus 2.515 kilómetros de costa promete autenticidad y soledad. Igual que parajes como el archipiélago de las Quirimbas, la isla de Mozambique o el lago Niassa.

Doce meses, doce destinos

Enero

Tierra de Fuego (Chile)

Febrero

Baja California Sur (México)

Marzo

Jaisalmer (India)

Abril

Tokio (Japón)

Mayo

Umbría (Italia)

Junio

Lençóis Maranhenses (Brasil)

Julio

Islas Feroe (Dinamarca)

Agosto

Berlín (Alemania)

Septiembre

Karelia (Finlandia y Rusia)

Octubre

Masái Mara (Kenia)

Noviembre

Nieuwoudtville (Sudáfrica)

Diciembre

Guatemala

Isidoro Merino

Tras la época de lluvias, en plena floración de los lirios, cuando llegan las ballenas o cuando los abedules se vuelven amarillos. Cada lugar tiene algún momento especial.

El corto verano austral es el mejor momento para un crucero por la Patagonia chilena y argentina.

Entre noviembre y abril, miles de ballenas grises llegan hasta Baja California Sur, en México, procedentes del mar de Bering.

Cada marzo, con la luna llena, se celebra en India, y en especial en la región del Rajastán, el festival de Holi, con polvos de colores, bailes y hogueras.

Durante dos semanas de finales de marzo o abril los cerezos florecen en el santuario de Yasukuni, en Tokio.

Desde mediados de mayo, los prados de Castelluccio di Norcia, en Italia, se cubren de millones de amapolas, lirios, anémonas y margaritas.

Tras la estación de lluvias, las piscinas naturales de este parque nacional brasileño están más llenas que nunca.

Las temperaturas medias más altas del año en este archipiélago danés (13 ºC) se dan en julio, también el mes más seco.

Las praderas de la isla de los museos se llenan de tumbonas; las noches, de terrazas, y pasear por los patios de Mitte es una delicia.

La región boscosa entre Finlandia y Rusia, un paisaje de abetos, abedules y lagos, se llena de colores otoñales.

La mejor época para visitar este parque nacional de Kenia es octubre, tras las lluvias, cuando centenares de miles de herbívoros se concentran en las grandes praderas del río Mara.

Flores de sutil aroma como las colas de gato, bulbosas con más de 30 especies endémicas de Sudáfrica, alfombran en noviembre las praderas de Nieuwoudtville.

Temperaturas suaves hacen de diciembre el mes óptimo para visitar este país de selvas, volcanes, playas, ciudades coloniales, templos mayas y fiestas como la de la Quema del Diablo (7 de diciembre).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_