Machismo incurable
Por fin alguien se atreve a acusar a Pablo Iglesias de machista. Por fin, mucho tiempo después de aquel mensaje diciendo que “azotaría hasta que sangrase” a Mariló Montero, o de bautizar como “Operación Menina” una estrategia política llevada a cabo por una líder bajita, o de haber respondido con un “bonito abrigo de piel” a la pregunta incómoda de una periodista. ¡Cuántas mujeres hemos hablado por boca de Ana Oramas! ¡Cuántas, como ella, nos sentimos ofendidas por ese tonito machista que emplea a menudo con mujeres no sumisas!— Carmen Gil Martínez. Aracena (Huelva).
Cuando parecía que este género estaba en desuso aparece en escena Rafael Hernando, quizá sintiéndose el Quijote del siglo XXI; aunque sus semejanzas con dicho hidalgo, me temo, se limitan a que este otro caballero de triste figura también posee la capacidad de ver enemigos imaginarios. ¡Cuidado, que la mujer acecha! Pero aquí está nuestro héroe para recordarnos nuestra posición insinuando que “es un motivo de enfado que una mujer sea mejor que su pareja”.— Mireya Maldonado Hualde. Deba (Guipúzcoa).