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harry pater
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Los sin nombre’ | Conviviendo con otros padres

Tu criatura tiene que encajar bien y tú tienes que integrarte con los otros progenitores, abuelos y canguros

"¿Qué misterio ocultan los padres que no saludan nunca?"
"¿Qué misterio ocultan los padres que no saludan nunca?"

Volvamos a EGB. Estaban los populares, los graciosos, los gamberros, los invisibles… Si también fuiste a un cole con A, B y C, seguramente creciste con gente con la que no hablaste en la vida. Pues la paternidad te devuelve a ese mundo por partida doble. Tu criatura tiene que encajar bien, hacer amigos y conseguir que no le roben el desayuno o los juguetes. Y tú tienes que integrarte con los otros padres, abuelos y canguros.

Y eso provoca un auténtico viaje al pasado donde se repiten las mismas dinámicas de nuestra infancia. Lo he comentado con amigos que van a distintas guarderías y todos nos fijamos en lo mismo: hay gente con la que surge buen rollo instantáneo y padres que son un enigma.

No hace falta que rellenemos una ficha con todos los datos para compartir o seamos amigos de Facebook, pero cuando nos encontramos dentro del recinto escolar, sobre todo dentro de clase, hay muchos adultos que ignoran a los demás con una determinación práctica que nos hace sentirnos los fantasmas de Los otros. Y no puede ser que siempre tengan prisa y/o el coche en doble fila.

Por supuesto que con varios charlamos cada día, coincidimos en el parque o caminamos juntos unas cuantas calles, pero la mayoría me recuerdan a esos mensajeros que ni se sacan el casco cuando entregan o recogen paquetes. Con la diferencia de que el paquete es un niño. Un niño que se pasa el día con los nuestros, que es quizá su mejor amigo, pero como hablan poquito (habrá salido a sus padres) no se lo habrá dicho.

Si nos encontramos por la calle, Los-Sin-Nombre a veces hacen movimiento cabecero de saludo rápido, pero no sé si en una rueda de reconocimiento nos señalarían como compañeros de guarde. Esto también pasa en los parques, donde algunos descargan al niño en la arena y se ponen con el móvil en un rincón o hablan en grupillo pandillero y sólo le hacen caso a su criatura si se desnuca un poco y grita fuerte.

¿Cuál es la consigna de obligado cumplimiento entre progenitores? Porque esto no lo explican en cursillos. ¿Debemos socializar con gente que quizá no volveremos a ver? ¿O actuar como en el tren/avión, donde te sientas al lado de un extraño durante horas y luego te largas sin mirar atrás? ¿Y si nos fijamos en los niños y activamos la modalidad de amistad espontánea como ellos? ¿O nos vamos del parque sin despedirnos de los padres y niños con los que has compartido cubos y palas?

Sé que muchos ni sabemos el nombre de la mitad de nuestros vecinos. Pero en vez de obsesionarnos sobre si las tablets y los móviles esclavizarán a nuestros críos, ayudaría decirles a los niños que no sólo hay que apartar los ojos de las pantallas sino mirar a los demás.

(Por supuesto, si alguno de la guardería está leyendo esto, no va por ti, eh.)

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